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- Parto

mi parto robado nahia

Mi parto robado, de Nahia Alkorta.

Nos siguen robando los partos y las lactancias. El libro de Nahia, Mi parto robado, es un buen libro para entender porque esta lucha debería ser una prioridad en la agenda feminista.

Imagen del juicio 8 junio 2023

Justicia restaurativa: absolución en un caso de negación de embarazo y violencia obstétrica

Se leyó la sentencia del caso de negación de embarazo: madre quedó absuelta de toda pena y libre de responsabilidad. Pero fue más bonito aun: el tribunal se disculpó ante la madre, reconociendo verbalmente que el sistema le falló doblemente, primero el sistema médico y posteriormente el legal. Y en la sentencia escrita reconoció que la madre fue víctima de violencia obstétrica. Confiemos en que siente un importante precedente para otros casos de negación del embarazo

Imagen ilustrativa del artículo del impacto de la oxitocina sintética

Impacto de la oxitocina sintética en el parto y nacimiento

Artículo de la médica australiana Sarah Buckley y Kerstin Uvnas Moberg en el que he podido colaborar, que revisa exhaustivamente todos los trabajos que han analizado los niveles plasmáticos de oxitocina en madres y bebés tras la administración de oxitocina sintética antes, durante o tras el parto. 

Foto del artículo del blog de Ibone Olza sobre neuropsicología del parto

Neuropsicología del parto

Neuropsicología del parto: el modelo integrador neuropsicosocial del parto.
Nuestro modelo ofrece una nueva comprensión del parto que integra aspectos neuroendocrinológicos, fisiológicos y psicosociales utilizando la lente de las experiencias subjetivas de las mujeres durante el parto fisiológico. En resumen, la oxitocina no sólo estimula las contracciones uterinas durante el parto, sino que también influye en las experiencias, la conducta y la fisiología de las madres para facilitar el parto

Foto del artículo del blog de Ibone Olza sobre haloperidol en el parto nunca más

Haloperidol en el parto nunca más

«Me dijeron que me iban a poner otro gotero para “relajarme”. No sé qué demonios llevaba aquello a lo que llamaban “la mezcla”, pero a

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