Como otros años por estas fechas la revista Breastfeeding Medicine permite el acceso gratuito a todos sus artículos de los dos últimos años durante todo agosto. Revisándolos me he encontrado con cuatro artículos muy interesantes que abordan las dificultades que tenemos las madres médicas con nuestras lactancias, y cuanto afectan estas experiencias personales al consejo que damos a las y los pacientes. Desde que tuve a mi primer hijo en mi segundo año de residencia me ha interesado mucho este tema: cómo podemos apoyar mejor a las madres médicas y como estas experiencias de nuestras lactancias influyen luego en el apoyo que damos como profesionales.
El primer articulo se titula Experiencias de lactancia de las médicas. Recoge los resultados de una encuesta administrada a 42 médicos, de los que el 88% eran mujeres, en su mayoría residentes de pediatría o medicina de familia. El 76% tuvieron bastantes dificultades con la lactancia, aunque la mayoría pudieron resolverlas. Entre las razones para haber realizado un destete anterior a lo deseado la mayoría mencionaban las dificultades al reincoporarse al trabajo, el estrés de tener que sacarse la leche en el trabajo. Muchas señalaban que todo habría ido mejor si hubieran tenido más apoyo en su centro de trabajo y una sala donde poder extraerse la leche con calma a pesar de llevar encima el busca de la guardia. Interesante también como la mayoría de estas madres buscaron ayuda para sus problemas de lactancia en otros profesionales o grupos de apoyo, pero no en médicos.
El segundo artículo analiza la Lactancia durante la residencia de Obstetricia y analiza las experiencias de 404 residentes de Obstetricia, 89 de las cuales estaban amamantando. De nuevo, tres de cada cuatro habían destetado antes de lo que hubieran deseado. Como razones más frecuentes para dejar de dar el pecho la mayoría señalaban «tener poca leche» y «el estrés del trabajo». El artículo analiza todas las dificultades y como conclusión recomienda el poder flexibilizar la reincorporación al trabajo de las médicas residentes que amamantan, un tema que creo que todavía no se ha producido en nuestro país.
El tercer artículo se centra en como La experiencia personal en lactancia de las madres médicas se asocia con su defensa clinica de la lactancia. Este estudio se centra en 80 médicas de Florida, y una vez más el 75% reconocen que su lactancia duró menos de lo que hubieran deseado principalmente por motivos laborales. Las que más apoyaban la lactancia en su trabajo habían dado de media 4 meses más el pecho que las que no promovían la lactancia, es decir, la experiencia personal influía muchísimo en el apoyo a la lactancia que las médicas podían dar luego a sus pacientes. Las que expresaban que no promovían la lactancia entre sus pacientes aducían que no querían presionar a las madres y reconocían que ellas mismas se habían sentido presionadas o juzgadas al dar biberones a sus bebés. Como en los estudios anteriores entre las conclusiones destacan la importancia de que en los hospitales y centros de salud se ofrezca apoyo real a las médicas con sus propias lactancias.
Por último el artículo Dr. MILK describe la experiencia de un grupo de apoyo específico para madres médicas. Utilizan MILK como acrónimo de Mothers Interested in Lactation Knowledge. Navegando por su página web se pueden encontrar documentos y datos interesantes: el 47% de las médicas de este grupo seguían amamantando al año.
Si eres madre o médica y quieres compartir aquí tu experiencia con la lactancia puedes dejar un comentario, seguro que a otras madres les resulta útil.
16 comentarios en “Lactancias de médicas”
Yo soy residente de Medicina Interna y madre de un bebé precioso de 4 meses. En un mes me toca reincorporarme y ahora mismo soy una montaña rusa emocional. En mi hospital no me permiten juntar las vacaciones con mi baja porque dicen que es obligatorio que me reincorpore para que me concedan una prórroga a mi residencia. Además, me reincorporo con guardias de urgencias de 24 horas.
Para mi la lactancia es un bien precioso tanto para mi bebé como para mí. Estoy decidida a hacer lo que sea para poder continuar con ella. Nos ha ido muy bien a los dos con mi leche y su agarre, pese a las típicas crisis de lactancia que pasamos casi todos y dos mastitis. Para que os hagáis una idea, mi bebé es un gordito de nueve kilos pese a su corta edad…hemos pasado muuuuchas horas enganchados.
He generado un banco de leche de cinco litros para tener margen al incorporarme, pero es cierto que no tengo tanta facilidad ahora para sacarme ñeche. Y es que desde los tres meses, he notado que mi teta produce a demanda de mi bebe, y que su estimulación es la más efectiva para generar esq subida de leche. Hay días que consigo que el sacaleches también genere esa subida, pero otros días que no. Son esos días en los que peor lo paso, intentando masajear mi pecho para exprimir lo que haya, cerrando los ojos y visualizando a mi bebé a ver si ayuda…pero muchas veces no es efectivo. Me llena de tristeza pensar que esto pueda o ocurrirme en el trabajo.
Me ha ayudado mucho ver que no soy la única mamá en esta situación. No me he sentido comprendida por algunas compañeras que dejaron la lactancia nada más incorporarse (no las juzgo, creo que cada una somos una mamá diferente y maravillosa). Vuestros comentarios me animan a ir a por todas…y he decidido informarme sobre quitarme las noches.
Muchas gracias
Hola!!! Me reincorpoahora con guardias de 24h que haré 3-4 al mes y me traerán a la peque un ratito por la tarde…. Que tal te fue al final??? Sigues con la lactancia???? Estoy bastante agobiada por este tema. Se te destetó de noche???
Yo tuve un hijo en la residencia y una lactancia muy placentera hasta los 8 meses, que estuve de excedencia. Al incorporarme, tuvimos un bache importantísimo… pedí la exención de guardias por lactancia y no me la concedieron. Las guardias eran largas y duras, y yo no tenía un lugar para extraerme la leche (me tenía que meter en el cuarto de baño común de los dormitorios de residentes y sentarme sobre la tapa del váter… muy cómodo e higiénico todo). Con tanto estrés, me costaba arrancar con el sacaleches… el busca sonando cada dos por tres… atendía a pacientes con los pechos ingurgitados, si tenía un ratito para acostarme no podía porque debía emplear ese tiempo en sacarme la leche… era agotador.
Por suerte, persistí pese a todo, y mi hijo y yo nos acabamos regulando. Sus tomas disminuyeron y mi producción también. Conseguí ser capaz de mantener la lactancia a pesar de dejar de extraerme en las guardias (sólo manualmente cuando me veía muy apurada) y así estuvimos hasta el año y medio, cuando él decidió retirarse de este regalo tan bonito que hemos podido compartir los dos. Me dio pena pero comprendí que era su decisión.
Ahora, como adjunta, tengo claro que lucharé con uñas y dientes por la exención de guardias durante la lactancia con mi siguiente hijo.
Hola, soy pediatra madre de hijos, con el primero solo di tres meses de leche materna, por falta de informacion mia y de compañeros que insistian que mi hijo era alergico a mi leche, a los tres meses lo destete, con mi corazon de madre apachurrado y con el indtinto de saber que era lo mejor para el, y paso lo me temia, su alergia alimentaria fue mayor. Con mi segundo hijo, decidi informarme sobre la lactancia y con el antecedente del hermano, me aferre a darle leche materna, ahora ya tenemos 2a5meses de lactancia, con resultados maravillosos. Tuve un gran apoyo de mi esposo y del grupo medico de donde trabajaba, tengo horario nocturno y si era complido sacarme la l leche durante el turno, no por espacio, ya que en el hospitsl hay un lactario y las condiciones son buenas. Mis compañeros me apoyaban, sin embargo el trabajo no pars y en una hos de descanso era cuando aprovechaba para la extraccion, ahora ya no me extraigo ya que no pide tanto por su variada alimentacion, pero en cuanto me ve pide y somos muy felices en tener un vinculo tan hermoso. Ahora apoyo a madres para que no desistan en continuar con lactancia, pero aun muchas no continuan por presion social y laboral
¡Hola! Recuerdo que justo antes de volver al trabajo leí este post porque me agobiaba mucho el tema de compatibilizar la lactancia con las guardias. Por motivos varios mi baja después de dar a luz se prolongó hasta que mi niño cumplió los 10 meses, pero todavía mamaba mucho, sobre todo por las noches y para dormirse. Como residente tengo que hacer un mínimo de 4 (y hasta 7) guardias al mes y ésto, sumado a que el peque no quiere biberón, me estresaba bastante. Sin embargo todo se autorreguló bien. Al principio en las guardias me sacaba leche en el lactario del hospital 2 ó 3 veces al día (para aliviar la ingurgitación) y por la tarde-noche mi pareja trae un ratito al niño para que mame. Las noches con su padre a veces son regulares, porque me busca y se despierta buscando su tetita y al no encontrarla se coge algún berrinche, pero mi marido ya ha encontrado técnicas para tranquilizarlo y dormirlo sin teta (¡no quiere mi leche si no es en la teta! Y menos mal que ya come de todo). Los salientes de guardia nos ponemos al día, nos tiramos mucho tiempo juntitos y recuperamos el tiempo perdido, así que mi producción de leche se ha adaptado a la situación y seguimos con la lactancia (ya tiene 16 meses). Espero que esyp sirva de ayuda a otras mamis médicas, pues la conclusión es que mientras ambos querais se puede compatibilizar lactancia y guardias. Un saludo y gracias
Me voy a incorporar a hacer jornada completa y guardias con 24 meses como te fue finalmente????? Cuando se destetó? Acabo en destete nocturno por las guardias??
Alguna es de Argentina? Yo estoy en la residencia y quisiera saber cuándo nazca el bebé q espero, como hacer para tomarme licencia o excedencia para estar mínimo 3 o 4 meses y amamantar.gracias
yo soy madre de 2 peques de 1 y 3 años. Creo que soy la primera pediatra de mi zona que hago tándem…. Ya con el primero dejé las guardias. Con el primero hacia 12h algún sábado o domingo pero tenía a mi marido con el pequeño en una consulta de al lado…. Ahora por suerte ni eso. Me siento afortunada por tener reducción de jornada y trabajar en horario «de cole» cada día (trabajo de 9:30 a 14:20). Así tengo muchas horas para estar con mis pequeños y dar pecho si lo necesitan.
pues con mi primer hijo era adjunta de urgencias, guardias de 24 horas y en la puerta de un hospital. Me incorporé con 3 meses y medio. Mucho morro y mucha voluntad fue lo que le eché: 2-3 veces al día me sacaba la leche y la ponía en la nevera de la sala de estar. Llevamos 3 años de lactancia materna. Ahora estoy embarazada otra vez, soy residente de psiquiatría y continúo dando teta a mi hijo mayor. Con la pequeña tengo toda la intención de hacerlo igual
Respecto a que se pide asesoramiento a asociaciones y madres más que a compañeros: totalmente real. Los compañeros generalmente tienen poca idea o pocas ganas. Un pediatra se «burlaba» de mí llamándome «nuestra madre lactante» (iba a sacarme la leche a neonatología), otro me decía que se me iban a estropear el pecho. A un tercero, harta de comentarios, le salté con un «mira guapo, si te enseño las tetas que tengo ahora no verás unas iguales en ninguna revista»… craso error, todavía esta intentando que se las enseñe (hay gente para todo)
Comentarios como «lo vas a amariconar» (¿?… y eso lo dice un facultativo con 6 años de carrera y 10 de ejercicio..)o una adjunta de psiquiatría que me argumentaba que había que abandonar el tipo de crianza en el que me encontraba porque mi hijo vivía en un entorno social en el que esto no era aceptado y iba a suponer un choque para él…. de verdad, menudo argumento. Entonces lo que hay que hacer es tratarlos a voces, que es lo que más se lleva.
Ahora, ya con mi panzota, lo que más escucho cuando mi hijo me pide teta es: «¿TODAVÍA LE DAS TETAAAAAAAAAAAA?»
Para que os riáis, una perla de hoy mismo.
Mi jefa (somos ambas médicos): «qué generosidad tan grande, dar tanto tiempo de mamar a tus hijos. Yo me iba al gimnasio a los 15 días de parir y a ti no te importa llevar 3 años con esas tetas de vaca!».
Pues no, no me importa. Y prefiero vaca a burra, no digo más…
Hola. Yo tambien soy medico residente y he tenido dos lactancias durante mi residencia, muy distintas las dos. Sobre todo porque mi actitud fue muy distinta. Mirando atras, me doy cuenta de que nuestra seguridad, nuestra constancia y nuestra capacidad de ser impermeables al ambiente es un factor decisivo en compatibilizar lactancia y trabajo.
Con mi hijo mayor me incorporé al trabajo a las 16 semanas. Acababa de coger la plaza y tenia muchas ganas de empezar la residencia. Ademas, la maternidad me habia venido un poco grande y me sentia un poco agobiada en casa, tenia ganas de salir y trabajar. Los primeros meses, hasta introducir la AC, lo pasé mal. Necesitaba sacarme leche con frecuencia y me daba corte pedir permiso para ausentarme un rato. Lo de ir cargando con neverita, botes, sacaleches me parecia un rollo tremendo. Y volvia a casa muchas veces con ingurgitacion, agobiada por si me daba otra mastitis ( habia tenido dos durante los primeros meses). En las guardias el niño echaba de menos su teta y le daba muy mala noche a mi marido, que me empezó a presionar para que le dieramos biberon por las noches. En el hospital, pregunté por salas de extraccion, por saber qué hacian el resto de madres trabajadoras. Y descubrí que lactar mas alla de los 6 meses era una rareza. No habia medidas para promoverlo ni para facilitarlo. Te tenias que buscar la vida. De hecho, algunos compañeros me aconsejaban que lo dejara, que no tenia necesidad de vivir «sacrificada»… Al final, con 7 meses el niño apenas hacia dos tomas al dia. Me quedé entonces embarazada, me bajó aun mas la producción, mi niño dejó de pedir y yo… deje que se destetara. Me pareció lo mas comodo, y lo que todo el mundo esperaba de mí.
Ahora me arrepiento, porque tome una decision demasiado influida por el ambiente. No tuve a nadie que me animara a seguir, nadie que me contara que conforme mas grande es el niño, mas facil es compatibilizar lactancia y trabajo. Estaba sola y no tenia la determinacion que tengo ahora.
Porque ahora, con mi pequeña, mis prioridades han cambiado. Me siento mas segura y mas fuerte. Por eso pedi unos meses de excedencia y le he dado lactancia a placer hasta el año. Y ahora, como la niña ya come de todo y mama menos, por las mañanas en el trabajo estoy comoda, no necesito sacarme. En cuanto a las guardias, pues me he hecho donante, así que en las guardias me saco con los sacaleches de neonatologia y dejo la leche en el banco de leche. Comodo para mí y ademas de paso ayudo un poquito a los prematuros ingresados.
Como decia, dos lactancias muy diferentes. El trabajo no ayuda. Las guardias de 24 horas menos. Y sentirte un bicho raro, una loca de la teta, pues tampoco. Pero si lo tienes claro, al final puedes compatibilizarlo sin ningun «sacrificio». Como comentabas en tu post, mi experiencia no sólo me ha cambiado a mí. También ha cambiado radicalmente mi modo de tratar y aconsejar a otras madres.
Yo he tenido una lactancia muy placentera y exitosa, pero no prolongada. Duró seis meses en exclusiva y otros dos en que se fue reduciendo. Mi hijo tenía ocho meses cuando le desteté. Y la verdad es que no recuerdo haber luchado con él en ningún sentido. Se apasionó tanto con la nueva comida que se fue olvidando del pecho, yo iba teniendo menos leche, a la vez empezó a mamar menos de noche porque dormía más horas seguidas… y un día simplemente se acabó. Dejo aquí dos entradas de mi blog, una sobre la lactancia y otra sobre el destete, por si a alguien le pueden servir o interesar:
http://lahistoriadegabriele.blogspot.it/2012/04/secretos-de-la-lactancia.html
http://lahistoriadegabriele.blogspot.it/2012/06/el-destete.html
Hola, yo soy médica veterinaria y si bien mi trabajo no está vinculado a atender personas, pues requiere estar en oficina y otras veces visitando empresas o clientes y muchos de ellos están fuera de mi ciudad o lejos de mi casa. En dos oportunidades tuve que viajar fuera de mi ciudad por 3 o 4 días y aun asi pude continuar con la lactancia.
En Perú, la ley otorga 90 días de licencia por maternidad a toda trabajadora y una hora de lactancia hasta el año de vida del bebé. Adicional a esto, hace un tiempo se ha establecido la creación de lactarios en todo establecimiento laboral, ya sea privado o público, donde existan 20 o más mujeres en edad reproductiva.
Como en mi centro de trabajo solo somos 6 mujeres, no me corresponde lactario, pero si una hora de extracción de leche adicional a mi hora de lactancia.
Esto me ayudó mucho, ya que en esos 90 días de licencia, pude instaurar muy bien mi lactancia y cuando mi hija tuvo alrededor de 1 mes y medio, recién empecé a armar mi banco de leche. La cantidad de leche que recolectaba por extracción no siempre era la misma, podía extraer 1 oz, o 3 oz., eso dependía de la hora, de mi estado de ánimo y de cuanta leche había tomado previamente mi hija.
Cuando volví al trabajo, combiné mi hija tomaba el biberón con mi leche en casa y cuando llegaba del trabajo ella se prendía de mi durante toda la noche y por la mañana antes de irme. Si podía ir a almorzar a mi casa, pues se prendía también.
Como no tenía lactario, tuve que acondicionar una oficina que estaba vacía para poder tener privacidad y tranquilidad. Conversé con mi jefe previamente y ellos no tenían problema en que yo me extraiga leche, siempre y cuando cumpla con mis funciones diarias. Aún asi confieso que hasta ahora, después de 9 meses, aun siento las miradas juiciosas encima mío, a pesar que nadie me dice nada, pero creo que es un sentimiento de culpa propio que no debería tener, pero creo que no soy la única que se siente así. Otras veces siento que es mi derecho, que la ley me respalda y me importa un bledo si alguien me mira feo. En realidad, hasta el momento no he recibido ninguna llamada de atención de mi jefe al respecto.
Cuando esa oficina se puso en uso, tuve que mudarme al baño. Tenía que hacer «tripas corazón» y hacerlo, Felizmente que el baño es limpio, pero no es el sitio más adecuado. Intenté hacerlo en la oficina de una par de chicas, que no se hacían problemas en verme extraer leche, pero a pesar de tener la puerta cerrada, alguien entró sin tocar y casi me pilla con el polo levantado.
Después de eso, otra oficina se desocupó y pude hacerla mía hasta este momento.
Sentía más presión los 6 primeros meses, porque mi hija no comía sólidos, pero ahora que lo hace, pues ya no me siento tan presionada.
Los días que me tocaban salir fuera de mi oficina, pues tenía que «agenciarmelas» y buscar sitios donde usar mi extractora de leche: carros en movimiento (yo sentada en la fila de atrás y algún compañero manejando), en mi carro cuando estaba estacionado, alquilar cuartos de hotel, una vez usé un baño de restaurante pero no fue lo más agradable, casas de amigas que estaban en la ruta y asi, todo por no perder mi producción y que de pronto empiece a bajar.
En mis dos viajes, tuve que hacer lo siguiente:
Felizmente para ambos, mi hija ya comía sólidos, asi que la cantidad de leche que tenía que dejar en el banco era menos.
Llevé a ambos viajes una caja de tecnopor (poliestireno expandido) y gel packs en mi equipaje (una maleta adicional) y mi extractora. Me extraía leche cada 5 o 6 horas o según podía y la iba congelando en la refrigeradora del hotel, junto con los gel packs.
Al regresar, colocaba mis bolsas de leche en la caja con los gels, bien embalados y se iban con mi equipaje. Ya de vuelta en Lima, esa leche estaba apta para uso.
Como consecuencia, mi producción bajó ambas veces, asi que tuve que tener a mi hija prendida de mi más seguido y logré volver a mi producción regular. Desde la última vez, mi hija ya no quiere el biberón, toma leche directamente por las mañanas y durante toda la noche o junto con sus cereales (de lo que yo sigo guardando).
No ha sido fácil, tampoco difícil, ha sido algo tedioso, pero ha sido mi decisión y agradezco que se me haya dado la posibilidad de tener las herramientas para poder continuar con mi lactancia.
Para madres que no tienen estas facilidades y que el estado no las apoya, pues me imagino que hasta debe ser frustante.
Una madre lactante y una madre que se extrae leche, debe recibir apoyo asertivo de su pareja, amigos y compañeros de trabajo, sobre todo del jefe, para que se siente cómoda, confiada y que no sienta que hace «algo malo».
Espero que mi relato ayude a muchas.
Todas (y nuestros bebés) tenemos derecho a la lactancia. Hagamos valer nuestros derecho.
Un abrazo a todas
Gracias por la entrada, Ibone.
Mi experiencia ha sido muy positiva, pero gracias a mi situación socio-laboral-familiar, que tras tener a mi hija de residente, pude cogerme un año de excedencia para estar con ella, disfrutar, darle toda la teta que quiso a demanda e introducirle todos los alimentos mediante el baby-led weaning (o deja que vaya guarreando con la comida a su modo y aprenda a disfrutarla). Ha sido un año increíble, del que estoy muy contenta. 🙂
Cuando me reincorporé a la residencia, con la niña con los 12 meses cumplidos, ella ya comía de todo, incluso se aficionó a la leche de vaca con cola-cao, y al llegar de trabajar seguía (y sigue) mamando a demanda.
El sacaleches es un aparato con el que nunca me he llevado bien y al incorporarme a trabajar (con 5-6 guardias de 24 horas al mes) no lo he usado nunca. Me parecía algo engorroso, casi desagradable y quizá complicado. Teta (y lo demás) cuando estoy. Y cuando no estoy, sobre todo en guardias, pues leche de brik, que ya la pide por las noches… Y ella ha tenido que aprender que «teta» no significa lo mismo que «leche», y sabe distinguirlas….
Las primeras guardias se me ingurgitaba el pecho, de modo que según pasaban las horas mis tetas iban cambiando de tamaño hasta llegar como Pamela Anderson a casa, pensando casi más en que Sara mamase ya que en verla… Pero fueron 3-4 guardias… Después ha ocurrido algo maravilloso… El pecho no se me ingurgita, ya no noto esa subida de leche (aunque leche sigo teniendo), y en las guardias ni me entero. Y cuando llego a casa, Sara (19 meses) viene corriendo a saludarme y a pedirme teta con una sonrisa, y el mundo se para…
A veces, en las guardias buenas, mi marido me viene a hacer una visitilla con la niña y puedo darle el pecho un ratito y darle besos durante media horita, y esos ratos también tienen mucha alegría…
Jajajjaja, en el vídeo de despedida de mi promoción, el vídeo-broma que me hicieron a mí era alguien disfrazado de mí, dando el pase de guardia delante de todo el hospital, en el salón de actos, y tras contar un caso, pasa de detrás a delante un bebé en un portabebés sin sacarlo, se pone a darle teta mientras sigue contando el caso sin inmutarse (y de fondo un vídeo promocional de «tus derechos como madre lactante… cómo conciliar el trabajo con amamantar…) Jajajjaja, pero bueno, esa escena no está tomada de la vida real, por si alguna se lo pregunta… 😉
Y estoy totalmente de acuerdo… Nuestra experiencia personal influye en los consejos que damos a las madres…
Hola,he tenido dos lactancias.Las dos distintas aunque finalmente ambas exitosas ya que mis hijos mamaron hasta donde ellos quisieron.
En mi primera lactancia con mi primer hijo el comienzo fue complicado,como en muchas ocasiones ocurre y no ha sido hasta años después que he analizado de manera consciente cuál fue la dificultad.Y esto ha sido después de bastante tiempo y porque como enfermera me he formado en lactancia.
Esas primeras dificultades fueron en los primeros agarres,creo que no abría suficientemente la boca,me dolía mucho y utilicé pezoneras que me ayudaron a pasar esos primeros días,pero después el niño no sabía mamar sin ellas.Las tetadas eran frecuentes y muy largas,creo que tragaba mucho aire y luego tenía muchos gases y llanto muy frecuente.Así estuvimos 4 meses,con pezoneras hasta que un día se agarró al pezón y todo empezó a ser más fácil.Aún así era un niño con despertares nocturnos muy frecuentes hasta los 3 años.
Creo que superé todo eso porque a pesar del cansancio,las hormonas me hacía estar eufórica por mi maternidad y el vínculo con mi hijo me hizo fuerte,segura.También lo que había ido leyendo sobre lactancia,colecho me ayudaba a saber que aquello que hacía de manera intuitiva era correcto y me hizo ganar todavía más seguridad.
Y seguimos hasta hace 2-3 semanas que ha dejado de mamar con 6 años y 3 meses.Todavía no me creo que haya tenido una lactancia prolongada que a pesar de las dificultades haya sido tan feliz y provechosa para ambos.
Cuando él tenía casi 3 años decidí tener otro hijo y pude disfrutar de la lactancia estando embarazada y más tarde de la lactancia en tándem…un preciosa experiencia de la que disfrutamos los tres muchísimo.Con el pequeño no hubo ninguna dificultad en la lactancia.Y curiosamente tuvo una relación con la teta bien distinta al hermano….para él era sobre todo alimento y no la necesitaba ni para dormirse ni para calmarse con lo que fue todo muy fácil….con 18 meses dejó de tomar teta,cosa que no me sorprendió aunque me hubiera gustado que llegara hasta los dos años.
Soy enfermera,trabajo 10 horas en turno de noche,estoy fuera 12 horas de casa,en días alternos.Cuando me incorporé al trabajo tenían 6 meses,me llevaba sacaleches al trabajo y esa leche se la daban a la noche,apenas tomaban unos chupitos,pero luego mamaban a demanda hasta el día siguiente.No fue demasiado difícil no tomaron leche de fórmula hasta casi su primer año de vida.
Las claves para mis lactancias creo que fueron información,seguridad en mi misma y no hacer demasiado caso a lo que te dicen personas que no saben de lactancia.Creo que me faltó haber estado en un grupo de apoyo a la lactancia que seguro que me hubieran dado algún consejo para que esos primeros meses hubieran sido menos duros.
Gracias por la oportunidad de compartir.Y gracias por este blog tan interesante.
Que te voy a decir yo Ibone!!
Me he sentido muy afortunada al comprobar que la duración de mis la rancias NO se ha visto influenciada por mi vuelta al trabajo en el hospital.
Eso si, en mi caso, la dificultad para conciliar las guardias y mi lactancia han sido determinantes para cambiar de trabajo. En mi embarazo anterior lo logré GRACIAS a los compañeros que me compraron esas guardias 😉
Y me encanta haber dado ejemplo…en un juego de preguntas a la residente que despedíamos este año (en una parodia del programa «Pasapalabra») las residentes pequeñas decían: con la «S»,complemento de moda de las adjuntas del hospital…y la respuesta era…SACALECHES!!!
No está nada mal, eh?