«No hay bebé malo. No existe. Todos los bebés nacen enamorados de sus madres. Nos aman. Hace algún tiempo escribí: nacemos para amar y para ser amados. Ahora lo reescribo: nacemos amando, profundamente enamorados.
Todos los seres humanos nacemos así, esperando encontrarnos con nuestra madre. Esa capacidad de amar a la madre viene íntegra de nacimiento, en ese amor inicial todos somos idénticos y esperamos el encuentro con una madre feliz de recibirnos.
Cuando somos capaces de nombrar y ver el amor de los bebés por sus madres toda la interpretación que hacemos de su conducta cambia. Podemos comprender su alegría y bienestar profundo cuando su madre está feliz e igualmente enamorada del bebé. Entendemos porque quieren estar siempre cerca de ella, a ser posible en contacto con su piel. Si nos ponemos en el lugar del bebé enamorado e intentamos ver el mundo desde ahí todo se percibe muy diferente. Es lo que algunos llamamos la “mirada perinatal”.
Si la madre puede corresponder al bebé, este sentirá todavía más amor. Si el padre está presente, cuidando a la diada en lo cotidiano, el amor del bebé se expandirá espontáneamente también hacia el padre o mujer pareja de la madre. Luego se irá solidificando, pasados los primeros meses de enamoramiento “loco”, llegará otra etapa más serena y similar al “amor maduro”.
Entonces el bebé ya será capaz de separarse de la madre, de pasar horas lejos de ella, porque no tendrá ya ninguna duda sobre su regreso y, sobre todo, por la naturaleza amorosa de su relación. Se sentirá amado no solo por su madre, también por el padre y familia. Le resultará fácil confiar espontáneamente en la vida y las personas.
El patrón que vivimos cuando siendo adolescentes o adultos nos enamoramos es una réplica de esa secuencia. Esa primera relación amorosa con la madre es el molde de las siguientes relaciones amorosas, aunque cada una tendrá sus matices propios. Ahí se cuece la empatía. Si la madre es clave para que el bebé construya esa seguridad inicial, el padre parece serlo cuando el infante se lanza a explorar el mundo.»
Extraído de Palabra de Madre.
7 comentarios en “Nacemos enamorados (Palabra de madre)”
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Me explicaba una persona de salud, que en el momento del parto se lleva al bebé al rostro de la madre y ella puede oler a su hijo, ella se enamora de este ser, produciendose un apego mayor.
Hermosa reflexión.
Hermoso y verdadero! De principio a fin <3
Ojalá que el amor se abra camino siempre y encuentre facilidades a su paso.
Nuestra principal misión como sociedad debería de ser esa. Gracias Ibone, por tanto.
Lo leímos en familia, con el chamaco en brazos y coincidimos con lo precioso de este texto. Gracias.
Recibo, para dar y compartir, Gracias por tus palabras de amor,