“El 20 de diciembre de 2015 me convertí en madre y enloquecí”.
Es difícil imaginar un inicio para un libro más valiente y potente que esta frase con la que se abre “La historia de los vertebrados”, de Mar García Puig. Así arranca y así atrapa desde la primera página. El relato en primera persona de una madre de gemelos que se sumerge de lleno en la «sana locura puerperal» tan poco entendida como cuidada en nuestra sociedad actual. Es fácil enloquecer por la intensidad de ese súbito amor por los hijos, un amor tan intenso y brutal que de puro abrumador a menudo solo se releva en esa faceta terrorífica que es el miedo (“Mirarles me inunda a partes iguales de amor y terror”, dice Mar). El puro miedo a no cuidarlos bien, a hacerles daño, a no ser capaces de proteger esa fragilidad extrema…Mar relata en primera persona todo ese tránsito tan complejo como agotador y elige las palabras más precisas y exactas, así que más que de locura podemos hablar de lucidez, o como dice Esther Ramírez Matos, autora del libro Psicología del Posparto, es una de esas puérperas “locas-cuerdas”:
“Yo había dado a luz a un nuevo mundo, porque aquel en el que mis hijos no existían había desparecido, y hoy empezaba todo”
“El parto había abierto la puerta que conecta el ser y el no ser, la vida y la muerte, la luz y la oscuridad, y yo ya no podría cerrarla nunca”
“Ya no puedo morir-le grito-. Soy madre.”
Esta obra inmensa además revisa meticulosamente la historia de las locuras puerperales y los trágicos tratamientos aplicados y padecidos a lo largo de los siglos por las madres. Recupera así la dignidad para tantas mujeres que sufrieron tratamientos de una violencia inmensurable. Está destinada a convertirse en lectura obligada y necesaria en cualquier formación en psicopatología perinatal o psiquiatría que se precie.
Por si fuera poco la autora se convierte en diputada el mismo día en que pare a sus mellizos, así que su puerperio narrado es también un transito privilegiado por las tremendas contradicciones que rodean esa palabra imposible de ejecutar, la mal llamada “conciliación” familiar y laboral, que como bien saben una mayoría de madres en este país, simplemente no existe. Como resume Mar:
“En la cocina del patriarcado, las mujeres nunca podemos dar con la dosis exacta de los ingredientes de la buena maternidad”
Hay que agradecer a Mar García muchas cosas, no sólo este libro tan redondo sino el posicionamiento público y el testimonio que ofrece de lo que es el trastorno mental materno. En nuestro país apenas existen referentes previos, por lo que es especialmente valioso. Personalmente confío en que sea todo un empujón en la lucha por la implementación de unos servicios de atención a la salud mental perinatal de calidad. Por eso seguimos trabajando.