Recuperar la alegría. Celebrar su tímido pero imparable regreso. Dormir a pierna suelta. Oler la tierra al atardecer. Sonreír a los girasoles. Nadar a diario en un río, o en varios. Leer. Dejar las redes. Sufrir un poco menos. Ver tres crías de jabalíes en medio de la noche y, después, un tejón. Saludar a otras mamíferas.
Aceptar que todo cambia y que no me es posible cuidar tantas relaciones. Mandar abrazos en la distancia, en secreto y con todo el alma. Sin despedidas, hasta que la vida nos vuelva a cruzar.
Matar moscas y preguntarme quien soy yo para ejecutar insectos. Soñar nítidamente. Regar un huerto y descubrir que las acelgas cuando crecen parecen carnívoras. Observar las montañas.
Con silencio en la mirada.
2 comentarios en “Cerrado por vacaciones”
Además de una gran referente, además de parecerme cercana, potente, clarividente… Además de todo eso, me pareces una gran poetisa! GRACIAS
Te sigo desde hace anios desde Irlanda.
Me ha parecido preciosa esta entrada.
Que disfrutes de este tiempo de descanso.