Cada vez que acontece una catastrófe no puedo evitar pensar en los bebés, las madres, las embarazadas que allí se encuentran y en como se apañarán esas madres. Ahora que Australia arde, siguiendo las noticias con tristeza y preocupación, me parece importante compartir la información que gente como la profesora y lactivista Karleen Gribble y la Asociaciòn de Lactancia Australiana están difundiendo para garantizar la lactancia y nutrición segura de los bebés.
Karleen publicó estas líneas en uno de sus posts en Facebook:
«Dependemos tanto de la infraestructura para mantener seguros a nuestros bebés dependientes de fórmulas infantiles… Se debe alentar a los padres y cuidadores a tener un kit de emergencia para su bebé que contenga todo lo necesario para alimentarlos sin acceso a la energía eléctrica o al agua de la red. Se debe alentar a las madres que amamantan a evitar que dejen de amamantar hasta que haya pasado la temporada de emergencia de verano.«
Entre otras cosas, Karleen y Nina Berry han desarrollado la idea del kit para evacuaciones de emergencia con bebés (que no existía antes, aunque si que existía uno para perros y otros animales domésticos) que incluye estos tres supuestos, desarrollados gráficamente:
1. Kit de emergencia para bebés con lactancia exclusiva:
10 litros de agua para que la madre beba, 36 pañales, 100 toallitas y el teléfono de la línea nacional de apoyo a la lactancia
2. Kit de emergencia para bebés que reciben leche materna extraída
Lo mismo más 10 litros de agua para que la madre pueda lavarse las manos y 30 vasitos para la leche extraída
3. Kit de emergencia para bebés alimentados con fórmula
Incluye: 1 bote de fórmula en polvo, 27 biberones unidosis con tetinas, 14 botellines de agua mineral, 15 litros de agua para lavarse las manos, detergente, 100 servilletas de papel, una nevera o contenedor con tapa que sirva para preparar los biberones…Todos los biberones tienen que estar estériles en bolsas individuales…
Todo pensado para poder alimentar a los bebés durante tres días de aislamiento sin agua ni electricidad. Nunca sabemos en que momento lo podremos necesitar también por estos lares. En cualquier caso las imágenes también ilustran lo sostenible que es la lactancia materna frente a otras opciones que requieren mucho más plástico etc…
Gribble insiste con razón en lo importante, imprescindible: que los profesionales que atienden las catástrofes y emergencias tengan formación en lactancia y en alimentación de bebés, para asegurarnos de que se cubran siempre las necesidades de los más frágiles y vulnerables, los bebés.
Para saber más: Guía australiana para atención en emergencias de bébés y lactantes