A todas las alumnas, a todos los docentes, y a todas las personas que nos vienen acompañando y colaborando en y con el Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal
Lo que somos,
lo que construimos.
El viernes terminamos la cuarta edición anual de la formación en salud mental perinatal, en enero empezaremos la quinta. Este fin de semana ha sido momento de parar y mirar, hacia atrás para ver y celebrar lo vivido y construido, hacia adelante para soñar y avanzar.
Lo que vemos es precioso. Cada vez más profesionales van incorporando esta mirada perinatal, que significa mirar a las madres en el inicio de cada nueva vida, contemplar a los bebés. Mirar y contemplar, con cariño y respeto, con amor. También a los padres. 
Pensamos y damos vueltas una y otra vez a los mismos temas. Estamos construyendo, desaprendiendo y volviendo a nombrar. Creando y tejiendo esta Red Perinatal. Llegamos desde diferentes lugares y recorridos vitales, compartimos las ganas y la urgencia de cuidar a las madres para que puedan vivir la maternidad con todas sus fuerzas, con su deseo, desde el amor que permite que la vida florezca.
Si, florecer. De eso va la maternidad al fin al cabo, de crecer de mil maneras, de transformarse y madurar, de -como decía una sabia madre adolescente gitana- «que tu hijo pase a ser lo primero antes que tú». No, no hablamos de idealizar, ni de barnizar, para nada. Reconocer el potencial, la fortaleza que la maternidad puede traer también implica nombrar la vulnerabilidad, percibir la dificultad, y pensar y actuar, para prevenir, para tratar, para sanar. Profundizar en esa complejidad, intentando ser auténticas. Vamos comprendiendo hasta que punto el mundo está del revés, ¡cuanto daño gratuito se hace a la diada madre-bebé en todas partes!
Vamos construyendo un modelo, que nos gusta llamar ecosistémico. Vamos encontrando la manera de trabajar y aprender sin dejar de cuidarnos. Cuidar los procesos, el aprendizaje, desde la flexibilidad y la individualidad, pero siempre en red, en cadena, en espiral infinita. Encendiendo una vela para acompañar los partos en la distancia. Ofreciendo ayuda, compartiendo recursos, dando siempre la bienvenida a los bebés. Con las compañeras de habla hispana de toda América o más lejos aún. Intentando recoger las experiencias y aprendizajes de quien está en los márgenes y en la periferia de todo, en la exclusión o en el riesgo, y de quien trabaja y acompaña ahí.
Así, poco a poco, vamos creando esta escuela. Un placer, una esperanza, un sueño. Gracias a tod@s.
8 comentarios en “La Escuela Perinatal”
Como mis compañeras, sólo puedo agradecer la formación. Y decir que gracias a ella me he dado el permiso de ser madre como yo quería, con dedicación exclusiva hasta que mi peque ha cumplido los 3 años. Poco a poco voy volviendo al mundo adulto, con todo lo que ello implica. Pero sin la CONCIENCIA que adquirí en esta formación, probablemente las presiones sociales me habrían llevado a vivir otro tipo de maternidad. NUNCA podré agradecer lo suficiente a Ibone, a Isabel, a tantas compañeras que durante la formación me acompañaron en mi embarazo y en mi parto, tantas velas ¡hasta transoceánicas!… Tantas hermosas mujeres que fueron mi tribu virtual cuando más las necesitaba. Gracias a todas y cada una. Gracias, Ibone e Isabel, SIEMPRE.
Gracias por esta formación ecosistema.
Gracias por permitir que las mujeres aprendamos unas de otras con ésta red que se ha creado.
Gracias por darnos las herramientas y el conocimiento para poder sanar nosotras mismas.
Gracias por tanto.
Gracias ❤️
Gracias. Es emocionante ver crecer este proyecto. Igual que se ve crecer a los hijos. Igual qie los hijos nos crecen como mujeres.
Del mismo modo crecemos tod@s alrededor de esta lumbre.
Gracias por un trabajo tan necesario. Gracias por llenar de consciencia a la maternidad y a los que la rodean.
un placer inmenso escuchar, aprender, compartir, proponer a vuestro lado. Gracias!
GRACIAS, GRACIAS y más GRACIAS, Ibone. Vos SÍ, que estás cambiando el mundo.
Un abrazo desde Zúrich.
María
Gracias a ti, Ibone. Por tanto que aportas al mundo.