La poeta sueca María Wine lleva acompañándome casi toda la vida, desde que siendo adolescente cayó en mis manos una antología suya traducida por Justo Jorge Padrón. Sus poemas hablan de naturaleza, de árboles y de mujeres, de amor y de libertad. A mi me recuerda mucho a otra de mis grandes favoritas, la Nobel polaca Wislawa Szymborska, a la que descubrí unos veintitantos años más tarde.
Hoy he podido visitar su tumba. Aprovechando que me encuentro en Estocolmo para una pequeña estancia de investigación (con Kerstin Uvnäs Moberg, pero de eso hablaré en otra entrada) he buscado el lugar donde descansan sus restos junto a los de su marido, el también poeta Artur Lundqvist. Una tumba sencilla, humilde, con flores y abeja revoloteando. Bajo árboles frondosos y sin ningun cartel que señale quien yace ahí. He sentido una cálida emoción. Os dejo dos de sus poemas:
¡El camino a la muerte espero hacerlo sola!
Déjame escapar del reverso de la consolación,
evitar
ser acariciada por el cuchillo de mantequilla de la compasión,
escapar de ser víctima del barreno de la curiosidad
No deseo recibir inyecciones falsas de esperanza.
No tengo fuerzas para consolar al que angustiosamente
refleja su muerte venidera en la mía.
Deseo ir totalmente sola el último trozo del camino.
Ni siquiera mi amante podrá acompañarme,
no quiero ver
mis sufrimientos reflejados en sus ya tristes ojos.
Toda una vida he tenido para acostumbrarme
a la muerte:
Quiero ir a su encuentro totalmente sola.
María Wine , 1969
pero no te aproximes demasiado
deja espacio al amor
para que se ría de su felicidad
deja siempre que un fuego de mi pelo rubio
sea libre.
María Wine
2 comentarios en “María Wine, poeta sueca (1912-2003)”
Gracias Ibone, Leerte siempre me da esperanza!!!
Un abrazo!
uou! cómo no enamorarse, muy bueno. gracias ¿se habrá cumplido su pedido?