La vida fragmentada, edulcorada y contaminada como el absurdo café en cápsulas marcianas. La extrañeza rodea la ausencia que empaña la mirada. La ciudad sin olor a tierra, el campo sólo en la distancia. Apenas queda nada.
Las falacias cotidianas. Las grullas ya no sobrevuelan la ciudad, la lluvia casi no llega. Todo se disfraza y se enmascara.
Persigo una mirada, el olor de la leña, las palabras bosque y rama. Estuve enamorada y supe que brillaba. Pisé la tierra y caminé descalza. Ahora admiro líquenes en las calzadas.
Todas las derrotas de las que nadie habla. La vida adulterada y las mentiras enredadas. Las palabras falsificadas. Hacer como si importara, me gusta, un abrazo, os quiero, hasta mañana. La vida ya no alcanza.
Caligrafía maltratada y ya no hay mensajes flotando en las botellas.
Pese a todo, casi nada. Los niños duermen entre las mantas.
La tierra naufraga. A la deriva ya no me siento tan rara. La vida siempre te alcanza.
3 comentarios en “La vida fragmentada”
Tu nos apoyas a.que.la vida sea mas vital conciente y profunda.gracias por tus refleciones.me dan esperanza y luz
Simplemente bonito y que cala
Don de la palabra escrita. Maravillosa cualidad.
Gracias Ibone.