Es difícil acompañar la muerte perinatal. Cuando fallece un bebé durante el embarazo o en el parto casi nunca hay una buena explicación, apenas nada que entender, poco a lo que aferrarse. ¿Cómo recordar a un ser al que has amado sin apenas haber visto su cara más allá de algunas ecografías? ¿Como parir un bebé y despedirse al mismo tiempo? ¿Y cómo acompañar de manera respetuosa y cálida a la vez?
El sábado estuve en el acto organizado por Uma Manita: Globos para el recuerdo. Agradecí la invitación de Jillian Cassidy, su forma de cuidarnos también a los profesionales:
Me gustaría invitarte a la suelta de globos para que tu también puedes formar parte de este día. En los años que llevamos trabajando con profesionales sanitarios siempre nos cuentan lo duro que es para ellos cuando un bebé se muere durante su turno, lo dificil que es saber como cuidar a la familia además de cuidarse a uno mismo. La suelta de globos también es para ti, para que puedes soltar un poquito de ese dolor por esos bebés que se fueron»
Fue un acto sencillo, hermoso, emotivo. Hubo lágrimas y abrazos, música y palabras bellas. Cientos de globos blancos alejandose en el precioso cielo madrileño. Muchos niños y niñas correteando, haciendonos recordar a los que se fueron antes de tiempo.
Durante los últimos años acompañé a muchas familias en ese proceso en el hospital. A veces se me hizo difícil, otras me sorprendía como en medio de las historias de muerte siempre aparecían pequeñas perlas, preciosas: las madres o padres eran capaces de compartir detalles preciosos y hasta divertidos, la risa surgía en medio de las lágrimas, preludio tal vez de la esperanza. Como eran familias de culturas muy diversas ahí fue donde sentí mi falta de formación: en lo que tenía que ver con los aspectos transculturales de la muerte perinatal. En lo diferente que puede ser la expresión de ese duelo en Nigeria, China, Rumanía o República Dominicana.
El sábado para mi fue un alivio, poder llorar tantas pérdidas y como dice Jillian, soltar un poco ese dolor compartido.
6 comentarios en “Globos para el recuerdo, 2014.”
Norma leer te escrito emociona, siempre digo que no se puede generalizar, digo esto porque viví en carne propia la insensibilidad, la falta de información, ser tratada con desdén en la habitación esperando la llegada de mi hijo, que desgraciadamente desemboco en su muerte, hace tres meses atrás, todos los días al levantarme lloro echando de menos a mi hijo, y la eterna pregunta porque?
Hola,
Tuve el placer de asistir a tu consulta y conocerte. Después de perder a mi pequeña en la semana 38, he tenido un bebé arco iris y mi psiquiatra me recomendó ir a verte, estando embarazada. Darte las gracias, tus palabras reconfortaron mis nervios y miedos.
Te mando besos.
Gracias Ibone por compartir estas cosas tan importantes, y esta vez me parece una buena idea el juntarse a llorar y soltar ese dolor que, aunque jubilada ya, lo sentí tantas veces en terapia neonatal donde trabajé 11 largos años. Y hace poco me tocó vivirlo con una de mis hijas que esperaba un bebé que no llegó,y tampoco se sabe cómo acompañar a una hija con tanto dolor y a la vez sobrellevar el propio.
Compartiré este escrito con colegas que aun ejercen para que, si les hará bien, lo pongan en práctica. Un abrazo muy largo. Norma Pedroza
Muy hermoso tu testimonio, Ibone
Gracias Ibone por tus tantas aportaciones …
Yo también estuve allí el sábado, soltando
entre lagrimeos y canturreos saludables.
Me gusta tu ternura. Siempre mis clases de Psicología del Desarrollo, cuando me toca hablar del parto, incluyo tu granito de arena, no sólo por la sólida formación (documentarse requiere de disciplina intelectual, y eso está bien, pero no es suficiente) sino por la profunda ternura y respeto por la vida que leo en tus palabras. ..