Son una maravilla. Siempre están con los que menos tienen haciendo lo más difícil de la mejor manera posible. Con alegría, con ganas, con dignidad, con coraje. Con verdad. La Fundación Raíces es fundamental para mi, gente muy querida con la que me gusta compartir, de la que siempre aprendo. Necesito saber de ellos a menudo, de sus proyectos y sus historias, de su lucha cotidiana por los derechos humanos de las personas más excluidas en nuestra sociedad.
Comparto este vídeo del proyecto Cocina Conciencia, que está permitiendo la inserción en el mundo de la cocina de élite de chavales que llegaron siendo casi niños con lo puesto. Para los que piensan que de la crisis sólo se sale recortando y excluyendo, aquí va este proyecto que muestra otra manera de hacer las cosas.
Gracias de corazón a Lourdes Reyzabal y muy especialmente a Nacho de la Mata.
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