Para mi esta ha sido una de las mejores noticia del año 2012: el senado pide que los recién nacidos puedan estar con un familiar en la UCI. Cuanta energía hemos dedicado a esta lucha muchísimas madres y padres, durante tantísimos años. Puedo contar mi historia: mi segundo hijo pasó sus doce primeros días en la UCI. Tuvo que pasar una semana antes de que se me permitiera cogerlo en brazos. Luego, me permitían pasar «cada tres horas». El problema es que cuando te pasa a ti recíen parida estás en tal estado de shock que te resulta muy difícil reclamar nada, y más aún si no tienes información suficiente al respecto porque nunca se te ocurrió que te podrías ver en semejante situación.
Lo que me pasó a mi fue que cuando en aquel puerperio, una vez en casa, allá por el año 1998, me puse a investigar como psiquiatra infantil que secuelas podría dejar la hospitalización de los recién nacidos sin sus madres y padres me encontré con que el tema ya estaba amplísimamente estudiado. Hacía muchísimos años que se sabía lo perjudicial que es la separación para los recién nacidos y para los prematuros, lo mucho que complica su evolución médica, las secuelas psíquicas y físicas que puede dejar la separación prolongada…Lloraba más cuanto más aprendía: era terrible constatar que lo que seguían haciendo en casi todos los hospitales españoles ya hacía muchísimos años que se había dejado de hacer en el norte de Europa. Si en los países nórdicos el 100% de los hospitales tenían las UCIs neonatales «de puertas abiertas», es decir, madres y padres podían estar siempre con sus bebés, en España eran menos del 10%. Qué desesperación.
No era la única. En El parto es Nuestro nos juntamos muchas madres con la necesidad urgente de hacer lo que hiciera falta para cambiar la cuestión. Y lo hicimos. En el año 2007 comenzamos a trabajar en la campaña por la no separación partiendo de una preciosa imagen que nos regaló Natascha Rosenberg. La campaña se llamó así: ¡Que no os separen!. Incluía una web espléndida que hicieron dos madres y unos carteles que intentamos colgar nada más y nada menos que en todas las maternidades de España. Fue importante.
Luego llegaron muchas llamadas y mensajes, en ocasiones muy urgentes, a menudo de amigas de madres y padres cuyos bebés estaban en UCIS donde no se permitía el acceso libre de los padres, preguntando que podían hacer para impedir la separación. Igualmente cada vez más madres reclamaron que sus bebés fueran puestos sobre ellas nada más nacer y no fueran separados de ellas en ningún instante. Las cosas empezaron a mejorar, pero todavía faltaba y falta mucho. La más reciente campaña de El Parto es Nuestro se ha centrado precisamente en las Unidades de Neonatología que vergonzosamente todavía no permiten el acceso libre de los padres y madres: Unidos en Neonatos. Al menos al visibilizar el atraso en muchos lugares se logró una respuesta inmediata en muchos casos, como en Navarra donde pocas semanas de publicarse el informe de El parto es Nuestro se cambió la política de acceso. ¡Ya era hora!
Quedaba además otro lugar importante: las UCIS pediátricas. Unos padres empezaron otra campaña dirigida al director médico de La Paz pidiendo que se flexibilizaran los horarios.
La petición del Senado por unanimidad deja claro que ya hay un acuerdo generalizado en este sentido.
La no separación de madres y recién nacidos supone toda una revolución íntima e invisible. Cada vez que se pone un recién nacido sobre su madre y no se le separa se facilita el amor en la crianza. Se fomenta el disfrute, la salud, la empatía, para toda la vida. No separar a madres y bebés es en última instancia prevenir la violencia, cuidar la vida, educar para la paz. Cuando permitimos que la vida se inicie con amor y respeto la crianza resulta mucho más sencilla y saludable.
Feliz noticia. Felices Nacimientos y… ¡Feliz Navidad!
11 comentarios en “Revoluciones íntimas”
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Me alegra mucho la noticia. Allá por el 2007 un VSR llevó a mi hijo de 10 días en estado muy grave a la UCI pediátrica. Le cuidaron con todo el amor y la profesionalidad del mundo y son los artífices de que siga vivo. Nunca les estaré lo bastante agradecida. Sin embargo, en el postparto la separación y loa cientos de horas de incertidumbre a 30km de mi hijo, lo hicieron todo aún más duro. Me alegro del cambio
Querida Ibone… ¿Cuando te veremos en México?
Guadalupe Trueba
Muchas felicidades por esta gran noticia! Me alegro mucho! Feliz entrada de año!
Llego tarde para desearte feliz navidad pero no para desearte lo mejor de lo mejor para este año que pronto empezará!
Aprovecho para decirte que me encanta tu blog y que personalmente creo que es de lo mejor que hay en la blogosfera. Gracias por regalarnos entradas llenas de sensibilidad.
Un abrazo
Gracias Ibone. Espero que esta propuesta llegue a buen puerto y que los hospitales la apliquen de verdad. ME ha entristecido un poco los comentarios que he visto en la noticia, al parecer la gente piensa que el Senado tiene «cosas más importantes» que debatir que esto. Y lo triste es que lo firman pediatras y padres de niños que han estado en la UCI, una pena. Cuánto queda por cambiar…
Gracias Ibone por todo tu trabajo y por esa forma tan clara de escribirlo. Eres una gran comunicadora. Besos y abrazos.
Queda tanto por hacer…Gracias Ibone por tu trabajo y feliz Navidad.
Mi niña nació con 28 semanas de gestación el día 9 de diciembre de 2008 en el Hospital Xeral de Vigo y hasta el día 23 de diciembre no pude cogerla, su padre mucho después. Sólo podíamos verla dos veces al día, media hora cada vez en la que se incluía la visita médica. A mi hija las enfermeras le ponían al lado de su incubadora una radio a todo volumen (viva la Navidad!) y sus constantes vitales se aceleraban provocándonos ataques de pánico. Desde el principio me incitaron a darle todos los biberones que pudiese porque «lo importante es que engordase, no pierdas el tiempo con la teta», resultado nunca conseguí que mi hija tomase pecho, me rompí la espalda y la vida con un sacaleches que fue reduciendo poco a poco mi leche.
Nos torturaron, siempre amparándose en la falta de espacio. Y, lo peor, es que tuve completamente anulada mi capacidad de protesta durante el mes y medio que mi hija estuvo hospitalizada. Parecía una autómata que sólo sabía dar gracias a unas personas que no estaban haciendo más que su trabajo, mostrando una falta de humanidad brutal. Lo que estaba era dando gracias porque mi hija continuaba viva, pero sólo mucho tiempo después me di cuenta de lo injustos que habían sido con nosotros, del daño irreparble que nos habían hecho.
Hola,
Yo también me alegre mucho ayer con la noticia pero hay una línea muy fina entre neonatps y UCI pediátrica. Yo hace poco viví el ingreso de mi hija de uj mes en UCI pediátrica y no ke dejaban estar con ella más que en horas de visita.; 1h por la mañana y 2 y 30 h por la tarde. Queda mucho por hacer. A mi hija le han quedado miedos y temblores que estoy paliando con muchos brazos y masajes.
Yo ya he puesto mis quejas al servicio pero ¿cuanta gente callara?
Casualmente mi CCAA es de las más respetuosas en la campaña Unidos en neonatos.
Un beso y gracias por dar difusión