A Carolina Borja, madre, médica, psiquiatra perinatal y amiga, fallecida el 20 de febrero de 2022 en Bogotá.
Querida Carolina:
Te escribo mientras intento digerir la noticia de tu repentina muerte. Necesito expresarte mi pena, la tristeza enorme que me ha sobrecogido. No sé, pero no recuerdo haber sentido nunca tanta pena por la muerte de alguien que no llegué a conocer en persona. Desde esta inabarcable distancia me veo en la necesidad de escribirte para despedirme y aceptar así que ya no nos daremos ese abrazo en persona. ¡Tantas ganas que tenías de llevarme a Colombia!
Reviso ahora tus mensajes y audios, que tanto me hacían reír, y es inevitable que se me salten las lágrimas al sentir una vez más tu enorme cariño y extrañar ya tu amistad tan gratuita como alegre. Carolina, ha sido maravilloso compartir tu trabajo estos últimos años. Saberte y tenerte ahí al otro lado del teléfono y del océano, peleando siempre por ese anhelo que tantos compartimos por un mundo que trate mejor y más amorosamente a los seres que llegan cuando lo hacen y a las madres que los engendran y reciben. Ha sido impresionante conocerte y poder sostenerte en algunos tramos. Me viene sobre todo a la mente tu entusiasmo desbordante, tus ganas, tu ímpetu, tu entrega. Me recuerdo diciéndote que había que ir poco a poco, pero no me hiciste caso y qué bien que no lo hicieras: ¡cuánto has hecho en poco tiempo, qué grande tu legado! ¡Qué importante y pionero tu trabajo poniendo en marcha el programa de alojamiento conjunto madre-bebé en la UCI de adultos! Recuerdo ahora tu deseo y empeño en publicarlo en el British Medical Journal y definitivamente siento que es justo ahí donde merece estar.
Y qué bonita tu manera de construir esa red perinatal en Colombia, como me ibas contando los logros, toda la gente que lograste movilizar, y como me decías que no pensabas dejar que te afectaran las críticas y obstáculos que te encontraste y que venían de dónde vienen siempre, de esos que se resisten a dejar su lugar de poder para ponerse al servicio de la díada madre bebé, especialmente las más vulnerables.
Carolina querida, esta pena tan grande que siento ahora, que me hace lamentar no haber estado más atenta y presente, me devuelve tu cariño y admiración hacia mi persona, que me costaba entender y casi casi aceptar. Todas esas palabras tan bonitas que me dedicaste y que a mí me daba risa y pudor escuchar son ahora un regalo precioso tuyo que conservaré siempre. Gracias por tu reconocimiento y por hacerme de espejo. Me has dado y enseñado algo muy importante con tu amistad, este misterio de que nos podamos querer y apreciar incluso sin habernos encontrado físicamente.
Me quedo con las ganas y ya solo puedo desear que al menos mi abrazo llegue algún día a tus queridos Eduardo y Esteban. Para ellos, para tu familia y compañeros de vida y profesión, va también esta carta, a modo de abrazo y llanto compartido en la distancia.
Querida Carolina, amiga, compañera, descansa en paz.
PS: dejo aqui tu clase magistral, para quien quiera pueda así conocerte y aprender de ti.
4 comentarios en “Querida Carolina”
Ibone querida. No conoci personalmente a Carolina pero si su labor. Tengo un hijo de 29 años que nació prematuramente y valoro en mi propia piel sus logros de proteger el vinculo. Una triste perdida. Buen viento y buena mar. Gracias por tu legado!!
Por eso mismo te escribo. Me autodenomino hoy acompañante integral perinatal. Ya te contare quien soy. Vivi 15 años en Mexico, soy colombiana y acabo de regresar a mi pais. Tengo 62 años y soy partera ademas de otras artes.
Te he seguido muchos años. Te abrazo de corazon, y algo me dice, o alguien? Tal vez ella?
Toma legados y honralos. Quisiera que no suspendamos conversaciones para acercarte a Colombia. Necesitamos amamachos!!!!!!
Claudia Isabel.
Buenas.noches
Lamentable.muerte
Dios.
De.que.murió ??
Descanse en paz… Terrible cuando alguien tan vital y con tanto por hacer muerte tan repentinamente…
Dios la tenga en su santa gloria, toda muerte es lamentable, pero más aún cuando es de un ser tan especial y que lo dio todo por las mujeres las cuales se convertiría en madres, hizo bastante, dejo un gran legado.