Revista MyS: Mujeres y Salud

Me llega en la semana del 8M y desde la primera página me emociona como siempre. Mi revista feminista favorita, que tantos años lleva acompañándome y ayudándome a pensarme como médica, como mujer y como madre. Mujeres y Salud, «revista de comunicación interactiva» que también podría ser «revista de salud feminista» por y para las mujeres desde otras mujeres profesionales e investigadoras en temas de salud con perspectiva de género es una verdadera joya, dejadme que os diga.

Este número por ejemplo empieza con este párrafo de Ana Távora, psiquiatra y psicoterapeuta feminista:

Cada vez se hace más necesario que podamos pensar, descubrir, no solo cómo la desigualdad social y política tiene efectos sobre nosotras, sino también como el análisis de la subordinación interna es imprescindible para conocer qué de los valores no igualitarios ha sido internalizado y forma parte de nuestro mundo interno»

El artículo sigue soltando perlas como esta:

La desigualdad política se hace fuerte cuando se ha depositado en los demás la fantasía de que puden darte lo que te falta, y que ser reconocida depende de lo que des tú

Y termina con esta frase gloriosa:

…como dice una amiga mías, de lo que se trate sea de ser lo más feliz posible dentro de lo que cabe.

Así arranca este número con dossier dedicado a «Las violencias invisibles a plena luz«. Incluye tres columnas magníficas de tres grandes: Leonor Taboada, Margarita López Carrillo y Carme Vals. Imprescindibles que hablan de temazos: el duelo por la madre (Leo), la aceptación de este cuerpecito nuestro conforme va envejeciendo (Margarita), la urgente necesidad de una epidemia de sororidad (Carme). Y sigue, con joyas como el testimonio de Anna Pujol (médica de familia) desde la consulta de primaria, la cena con las amigas enfermeras de urgencias de Margarita Petit (enfermera jubiladad).

La buenísima entrevista de Leonor Taboada a Serena Brígidi, valiente y brillante profesora de antropologia médica protagonista involuntaria de una revuelta espontánea cuando la universidad pretendió rescindir su contrato (precario) y fueron sus alumnos los que se movilizaron a saco para lograr que se quedara, en la que ella cuenta lo bonito y profundo que fue sentirse cuidada por su alumnado después de tantos esfuerzos por llevar el cuidado de la vida a la Universidad…

Y muchísimo más.  Para mi es imprescindible desde hace años y me ha ayudado tantísimo…Lo cuento aquí para dar las GRACIAS a las compañeras que se curran cada número, y sobre todo porque quiero que la revista llegue a todas partes, porque aunque sus números se pueden descargar gratuitamente en internet las suscripciones ayudan mucho a que siga adelante esta revista que se ocupa de cuidar nuestra salud y nuestros cuerpos de manera holística e integra.

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