En el encuentro que he tenido esta semana en Córdoba, Argentina, con profesionales de la perinatalidad, compañeras activistas del parto y la lactancia, alumnas, madres etc he recibido algunos regalos muy preciosos. Entre otros este libro que prologué hace un tiempo y que ahora atesoro en papel: Parirnos libres, Argentina Naciendo en Casa. Es una preciosa recopilación de relatos de partos en casa editada por Isis Coaloa y Cintia Martín. Os adjunto el prólogo al final de esta entrada.
También este otro documento que a más de uno le dará que pensar: Guía de Abordaje Institucional de la Violencia Obstétrica. (Se puede descargar en el enlace). Editada por la Dirección de Género y Diversidad del Gobierno de Mendoza. Nos llevan una delantera importante por el Sur, legislando en torno a la violecia obstétrica y reconociéndola como una parte más de la violencia de género.
También esta joya que ya he empezado a leer y me parece muy potente: «Niñez en Movimiento: del adultocentrismo a la emancipación«, de Santiago Morales y Gabriela Magistris, que me trajo Luna Vitale. Ya en la primera página reveindican: «la ternura como virtud política y horizonte emancipatorio» defendiendo el derecho de niños y niñas a ser escuchadas siempre. Plantea lo revolucionaro que es escuchar a los más pequeños, resuena mucho con lo que escribí en esta entrada sobre la necesidad de escuchar a los bebés. Extraigo una cita:
«Hablar de ternura en estos tiempos de ferocidades no es ninguna ingenuidad. Es un concepto profundamente político. Es poner el acento en la necesidad de resistir la barbarización de los lazos sociales que atraviesan nuestros mundos«. Fernando Ulloa.
El encuentro ha sido una vez más intenso y emotivo, con la alegría que da conocer en persona a compañeras con las que llevamos años construyendo en redes de parto, lactancia y salud mental. Me ha encantado saber de su trabajo con las mujeres excluidas, con las más pobres, en los ambientes más difíciles donde la violencia está tan normalizada que ni se puede ver.
Gracias una vez más y que sigamos trabajando en redes por un mundo menos hostil con los más pequeños y sus madres.
¡Con mucha ternura!
Prólogo de Parirnos Libres.
Pasen y lean. Comiencen por cualquier página, cualquier línea de cualquier relato. Lean y relean. Escuchen con atención. Saboreen. Déjenlo estar. Y pasado un rato, vuelvan. Este libro no va de partos. O no sólo. Va de una reconquista épica: la de nuestros cuerpos. Va de mujeres echando un pulso al sistema, por amor y con amor. Va de amor y de sangre y fluidos. Va de miedo y va de dudas, de incertidumbres. Hay batallas, hay luchas tremendas. Interiores, íntimas, encarnadas. Recuperar el poder sobre nuestros cuerpos, no es algo que se pueda hacer rápidamente tras tantísimos años, décadas, tal vez siglos, de robo. Desde la intuición, desde la verdad más profunda, mujeres que recorren ese camino a veces tan difícil para recuperar lo que nos fue robado. Con sus compañeros, los padres de esos bebés tan deseados. Codo con codo o más bien piel con piel. Luchando para recuperar la dignidad en el nacimiento. No sólo, también la salud. Para evitar la terrible violencia obstétrica que campa a sus anchas por tantos hospitales y clínicas en todo el mundo.
Hay tanta riqueza en estos relatos de mujeres pariéndose libres…Tantas enseñanzas. Tanta belleza y tanta poesía. Podría ser un buen manual de atención al parto. Porque así deberíamos aprender, las unas de las otras y las que quieran atendernos o acompañarnos también. ¿Por qué cree usted que merece el privilegio de estar en mi parto? Esa debería ser la primera pregunta, la fundamental. Y esas o esos profesionales deberían responder desde el corazón, con vocación, con respeto, con amor y con conocimiento. La formación de los futuros obstetras, médicas, parteras, enfermeras o quien quiera hacer de la atención al parto su servicio y profesión en la vida tendría que comenzar leyendo libros como este. Leyendo y escuchando. Desde el no juicio, desde la humildad, desde el privilegio que significa poder asomarse al momento donde la vida empieza, o casi.
Parirnos libres es un regalo, una bendición. Un testimonio de mujeres valientes, poderosas, que se muestran como son, con sus dudas, con sus pequeñeces, con sus miedos y miserias. Enteras, hermosas, madres. Y también de sus parejas y los que las acompañan, profesionales heroicos herederos de una ancestral profesión: las que siempre ayudaron a nacer en casa. Las que fueron perseguidas y hasta quemadas en alguna hoguera.
Parirnos libres es importante. Recomendable preparación al parto, sin duda. Pero además es una enseñanza sobre la salud, sobre nuestros cuerpos, sobre la muerte y sobre toda la vida.
Pasen y lean. No se arrepentirán.
Ibone Olza.