Nada hay más peligroso que un animal amenazadado herido de muerte, dicen. A veces pienso que conforme empezamos a vislumbrar el fin del patriarcado como posibilidad, más se recrudece su violencia, especialmente contra las mujeres (que no somos sus únicas víctimas, sobra decir). En estos tiempos en que cada vez más personas perciben la violencia de género en toda su crudeza, más peligrosas se ponen las cosas para quienes trabajan para visibilizarla y erradicarla.
Una de las claves del patriarcado pasa por reprimir y controlar nuestra sexualidad. Por contarnos cualquier mentira, por desconectarnos de nuestros cuerpos, por no permitirnos disfrutar ,por ponernos al servicio de la lógica capitalista para producir, etc, etc…Por eso mismo, una de las cosas más valientes (y peligrosas) que las mujeres podemos hacer en estos tiempos es vivir nuestra sexualidad libre y plenamente, sin o con hombres -también valientes- que eligen aprender a dar y recibir placer en igualdad… Eso, a menudo conlleva un desaprender juntos o separados muchas de las mentiras que nos contaron y nos siguen contando en torno al sexo y la reproducción. Significa aceptar que nacemos para gozar y que la sexualidad femenina es una gran desconocida todavía para, por ejemplo, disciplinas como la medicina o la psicología. Significa que el aprendizaje pasa por desaprender y desmontar, explorar, compartir, soñar, estudiar, contarnos y recomenzar…Incluyendo en la sexualidad, la lactancia o el parto, el cariño o la oxitocina, la comprensión de la necesidad del placer como guía de la autorregulación y, en definitiva, de toda nuestra salud.
Parece mentira a estas alturas del milenio pero, todavía, en este país, apostar por educar en sexualidad desde el respeto conlleva exponerse bastante. Con lo necesario que es hacerlo, especialmente entre la gente más joven que, por desgracia, en muchos casos la única educación explícita que recibe viene del porno. Ofrecerles una educación sexual seria, y basada en el placer y el autoconocimiento para la salud es clave. Exactamente eso es lo que lleva años haciendo la Psico Woman. Isa Duque, psicóloga, sexóloga y con una formación impresionante, lleva más de quince años trabajando en este ámbito, con mucho cuidado y cariño hacia los jóvenes. Desde 2015, a través de su canal de Youtube educa a los más jóvenes, pero no sólo. Sus videos sobre la primera vez, los orgasmos, el clítoris, la menstruación , etc., son para todas las edades y géneros. Todo el trabajo de la PsicoWoman es una herramienta potente para prevenir la violencia de género entre los jóvenes: educa e informa desde el afecto y el respeto, con rigurosidad y diversión, ¡qué gusto!
Hace poco pude asistir, con mi hija y amigas, a otra de sus iniciativas (construida colectivamente con otras expertas), la genial Chochocharla , ¡qué divertida! La charla está pensada para adult@s (no confundir con el trabajo que hace PsicoWoman en institutos) y recoge en dos horas más información práctica y actualizada sobre la sexualidad femenina de las que muchas mujeres han recibido o recibirán en toda su vida. Imprescindible. Claro que el objetivo es que esa información la tengan no sólo las mujeres, obviamente, sino también los varones.
Pero claro, no han tardado en salir desde VOX los críticos de la Chochocharla a pedir su censura, faltaría más, confundiendo además la charla (para mayores de 16 años) con la cuidadosa tarea realizada durante años con adolescentes. En fin, toda mi admiración y agradecimiento a la Psicowoman por su generosa y excelente labor y larga vida a las Chochocharlas. Os animo a visitar y difundir su trabajo. Isabelika, ¡soy muy fan!
1 comentario en “Muy fan de la Psico Woman”
La educación sexual es básicamente adoctrinamiento, tan doctrinal como el religioso católico pero en sentido opuesto. Cada uno que elija. Entiendo perfectamente que los de Vox no quieran pagarlo. Así como las feministas no querrían pagar actos de Vox. Solución, que la cultura, la religión católica y las ideológicas, las fiestas, el arte, los conciertos, los toros y la educación sean autogestionados por los propios interesados. Respecto a las referencias que haces al capitalismo creo que más bien es lo opuesto. El capitalismo hoy en día se guía por la búsqueda de placeres, placeres con coste e intermediarios, mercantilizados. De hecho, la gente «rancia y conservadora», la gente católica y demás son mucho más antisistemas que las feministas subvencionadas porque si quitamos a los fariseos y los hipócritas, el cristianismo es una religión estoica, que habla de «no caer en la tentación» precisamente cuando ahora el marketing se basa justamente en lo contrario. No hay más que ver los anuncios… El cristianismo es demonizado porque habla de entrega, de sacrificio, de amor desinteresado, de compromiso para toda la vida… Todo muy demodé. Por eso a la Iglesia le quedan dos telediarios y el feminismo imperialista y otanista es la nueva religión del poder, que de hecho se está usando como colonialismo ideológico. La Iglesia representa el poder antiguo, romano, clásico. Las nuevas formas de poder están llenas de positivismo y placer, con esperanzas ilimitadas puestas en un futuro transhumanista, transgénico y transfeminista. Por eso, las mismas fundaciones que financian la investigación en transgénicos (Fundacion Ford, Rockefeller y ahora Bill y Melinda Gates…) son las mismas que financiaron los estudios de género en los sesenta en EEUU o ahora apoyan el «empoderamiento femenino» o la subvención de DIUs para las mujeres africanas. Transgénicos y feminismo van unidos hoy en día. No hay más que verlo en el plano geopolítico por países. País en los que los transgénicos campan a sus anchas, país en el que hay un boom de feminismo institucional. Mucho trabajo va a tener el ecofeminismo para desentrañar la enorme aparente contradicción en la que está metido… Siento disentir, Ibone, pero no hay más que seguir el rastro que deja el dinero de estas fundaciones y ongs al servicio del gran capital. La información es transparente y está publicada en abierto. Te recomiendo, aunque su postura sea quizás opuesta a la tuya, el documental de la activista católica nigeriana Obianuju Ekeocha, está en vimeo. Creo que hay que verlo, al menos para tener otro punto de vista: https://vimeo.com/ondemand/stringsattached