La carta de Irene Montero y Pablo Iglesias agradeciendo a enfermeras, pediatras, familia, amigos y compañeros el cariño y los cuidados que han recibido sus bebés prematuros me emocionó mucho. Trabajé durante unos años como psiquiatra perinatal en Neonatología y uno de mis hijos pasó en una UCIn sus primeros días de vida. Me alegra que Leo y Manuel salgan adelante y saber que tienen hermanos de leche tanto como ser parte de la maravillosa y, para mi, revolucionaria transformación que está aconteciendo en los servicios de neonatología, donde ya se reconoce la importancia de la no separación de la madre y del contacto piel con piel para la supervivencia de los más pequeños.
Sin embargo, en esa carta tan preciosa, había una afirmación que me parece oportuno matizar:
Dicen que la amnesia infantil hace que olvidemos todo lo que vivimos en nuestros primeros años. Nos alegra que Leo y Manuel nunca recuerden los tubos o los electrodos que les acompañaron en la unidad de cuidados intensivos, que olviden los sonidos de los monitores que medían su ritmo cardiaco y su respiración.
Los bebés sí recuerdan. Todo lo vivido al nacer y los primeros meses de vida queda profundamente grabado en la memoria. Lo que pasa es que la memoria de los bebés es corporal y no verbal. Se recuerda en la piel y con el cuerpo. Lo vivido en ese período que va desde la concepción hasta la adquisición del lenguaje en cierto modo condiciona quienes somos, ya que ahí se construyen los pilares del vínculo, con la madre y el padre primero y con el resto de familiares después. Nuestra manera de ser, de estar y ver la vida, viene en buena parte de ese lugar remoto.
Acabo de recibir este precioso regalo de mi amiga la psicóloga griega Olga Gouni: el libro 100 años de Psicología Prenatal (está en inglés: Prenatal Psychology 100 years: a journey in decoding how our prenatal experience shapes who we become). Recoge magníficamente todo ese conocimiento que, en cierto sentido, inauguró Otto Rank con su libro «El trauma del nacimiento» publicado en 1924. Conocimiento que es básico además para poder prevenir o tratar las secuelas del sufrimiento en esa época temprana de la vida.
Es una pena que como sociedad neguemos la memoria de los bebés. Llevo años en esta cruzada como psiquiatra infantil intentando que todos, pero más aun los profesionales, reconozcan que los bebés sienten, escuchan, comunican, padecen, aprenden, recuerdan, dan. Son y están. Sufren brutalmente cuando esto se niega al extremo, como sucede en el caso de la mal llamada gestación subrogada.
Los bebés necesitan ser tenidos en cuenta, que se les hable, que se les explique, que se les escuche. En las Unidades de Neonatología son necesarias las psicólogas y los profesionales de la salud mental perinatal. Para contener, para traducir, para comprender, para reconocer que sí queda una memoria, para facilitar que los vínculos en situaciones tan frágiles y a veces devastadoras como es la prematuridad extrema se construyan con oxitocina y amor, valga la redundancia.
9 comentarios en “Los bebés sí recuerdan”
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Pues tomaría mano de una herramienta ancestral para esto… MASAJE INFANTIL.
Ya sea asistiendo a un curso con un educador certificado por IAIM (www.iaim.net) y comprando el libro de Vimala McClure o al menos tratando de asistir al curso.
Hola queridas madres que compartís vuestra experiencia y el dolor que las acompañan. El miedo al sufrimiento de nuestros hijos está siempre ahí… pero también podemos hacer algo con ello, creo que reconocer es el primer y definitivo paso a dar, tanto de que el bebé sí sintió esas experiencias en su piel, y que por tanto junto nos necesitará para transitar una superación de esa vivencia, como también aceptar nuestro miedo como madres, podemos juntos, de la mano, madre e hij@ crecer y caminar, la vida está llena de experiencias duras y este puede ser una ocasión hermosa para empezar para nuestra alianza de afrontarlas junt@s.
En efecto, los bebés recuerdan; y los adultos también llevamos esas improntas (huellas) con nosotros. Tenemos esta información registrada en nuestro cuerpo y la reparación es posible. Son muchos los profesionales que han desarrollado alternativas de trabajo terapéutico, serio y riguroso, aunque por desgracia parece no tener muy buena aceptación dentro de las miradas académicas: es una pena. En verdad la reparación es posible; tanto en bebés como en adultos. Busquen información a través de profesionales que se hayan formado con Ray Castellino y cuenten con formación profesional en Terapia Biodinámica Craneosacral; la terapia pre-perinatal y nacimiento ofrece la posibilidad de reparar e integrar las memorias tempranas. Saludos y cariños a tod@s.
Soy adoptada , y gemela , de la que me separaron al nacer . Puedo dar fe de que los bebés si recuerdan , desgraciadamente así ha sido para mi .
Es que si se facilitara realmente la unidad madre con bebé y su estància en habitacio es con cama las 24 h y el acceso a su acompañante las 24h tambien. No harian falta Psicologos para los prematuros, a no ser que la madre los necesitara por algún tema de fondo
¿Y qué podemos hacer, Ibone? Yo tuve a mi hija 16 días ingresada, 10 de ellos en uci y luego pasó a cuidados medios. Lo recuerdo con horror, y ya han pasado 5 años y medio.
Mi caso igual al tuyo pero sólo 10 días en UCI y ciertamente me atormenta cada vez que pienso en ello a casi 5 años. Cada que tiene una pesadilla, que expresa miedo, me pregunto si acaso son secuelas de esa estancia.
Sí, yo también me lo pregunto muy a menudo: si es más bajita q la media de su clase por eso, el carácter q tiene… Me planteo hasta qué punto le ha podido afectar, no sé.