Hace ahora un año, en marzo de 2016, un grupo de mujeres de distintos lugares del mundo llegó a Grecia para ofrecer apoyo urgente a las mujeres y madres refugiadas. En medio de la enorme crisis humanitaria las fundadoras de Nurture Project International decidieron crear una ONG dedicada a ayudar a las embarazadas y madres recientes, a apoyarlas en sus lactancias, a cuidar a sus bebés y niños pequeños nacidos en situaciones durísimas, a facilitar la nutrición y alimentación de los más pequeños, inocentes e indefensos. Esa ayuda puede incluir cosas tan mundanas como conseguir pañales para los bebés o compresas para las mujeres, dar fruta fresca a los niños, ofrecer un masaje, atender una consulta de lactancia o dar la mano a una parturienta en su parto en un hospital donde nadie habla su idioma.
Como ya conté (La vida en la gasolinera, Refugiadas embarazadas, La infancia refugiada, Mi experiencia con NPI) en abril del año pasado estuve una semana como voluntaria con NPI en un campamento cerca de Idomeni. Todavía recuerdo con emoción todo lo que allí viví y aprendí, y agradezco la experiencia.
Somos muchas las que hemos compartido ese voluntariado: matronas, enfermeras, psicólogas, y mujeres de otros ámbitos profesionales o jubiladas, decidieron pasar sus vacaciones o su tiempo en Grecia ayudando a bañar bebés o cuidando a las embarazadas y puérperas. Agunas voluntarias tuvieron experiencias complicadas y a menudo decepcionantes. Es normal, más aun con una ONG que acaba de empezar en medio de una crisis con un caos importante entre todas las ONGs que intervienen. Pese a ello creo que la labor de NPI ha sido magnífica, y lo sigue siendo. Ahora, además de seguir apoyando a las refugiadas en Grecia en sus nuevos alojamientos (la mayoría ya han dejado los campamentos), han comenzado a trabajar en los Mosul, Irak.
La fundadora de NPI, Brooke Bauer, ha obtenido recientemente el Premio Miriam H. Labbok por la Excelencia en el Apoyo a la Lactancia en el Congreso de Lactancia y Feminismo. Este es un extracto de la carta que escribí para apoyar su nominación:
I was able to volunteer with NPI in Greece briefly in April 2016. I can only express my admiration and gratitude to Brooke Bauer and the work Nurture Project International is doing supporting refugee women to breastfeed, work that I think deserves the highest recognition.
NPI empowers women who are in some of the most difficult circumstances and who in many cases have witnessed or endured significant violence due to war and are suffering trauma. In those situations of high vulnerability, the support NPI offers is of incredible valuable. NPI creates a safe place for pregnant women and recent mothers. They are given evidence based information regarding breastfeeding, and supported to do so in many practical ways: from food for the mothers to listening or even a massage. The most effective breastfeeding support starts by having other women showing the mother trust in her capacity to breastfeed. At NPI that support comes from a group of women volunteers from many different countries, most of whom are also mothers and/or breastfeeding experts. The refugee women become empowered: at NPI tents they feel honoured to be mothers, listened to, understood, supported. Each lactation succeed is celebrated, each infant thriving is cherished. Women get to receive recognition from the volunteers, who listen to them with their heart opened and biggest respect. I believe this is a unique intervention promoting women´s empowerment.
By creating a safe place for women to women support, where pregnant women, mothers, babies and children are welcome NPI is not only giving the infants the best chance to have a better health and future, it is also promoting peace and hope. The connections created between refugees and volunteers are beautiful stories of women´s helping each other and learning and growing together. I think the Miriam H. Labbok Award will be a beautiful way to recognise Brooke´s Bauer visionary project and to support it even further.
Felicidades a Brooke y a todas las voluntarias de NPI por tantísimo trabajo bien hecho.
Os dejo con el video que resume este primer año: ¡es precioso!
1 comentario en “Nurture Project: un año con las madres refugiadas”
Qué emocionante ver que, a pesar de todo, los ojos de esos chiquitos brillan con esperanza. Seguramente, gracias a la dedicación de voluntarias como las de NPI.