Soy una paciente afortunada. Hace años ya que tengo un médico de familia buenísimo: el doctor Francisco López. Le llamamos Paco y es de los que saben escuchar con el corazón. Ir a verle siempre ha sido un alivio, una esperanza. Ya sólo con sentarte en su sala de espera notas la diferencia. Los pacientes pasamos por turno de llegada, que puede coincidir o no con la hora de la cita. En nuestra forma de saludarnos hay un reconocimiento implícito: si, todos nos sabemos afortunados de tener este médico y por eso entre sus pacientes no suele haber malas caras ni prisas, sino feliz espera. A veces Paco sale de la consulta y se sienta un rato con nosotros: he sido testigo de conversaciones preciosas, risas, miradas cómplices y hasta silencios contundentes en esa sala de espera. Y es que Paco es de los que observa, aprende y comparte la vida.
Personalmente Paco me ha tratado en momentos muy difíciles para mí, en los que mi salud se resentía en buena parte por el estrés que me generaba mi trabajo como psiquiatra en un hospital público (del que no me quedó más remedio que irme, por cuidar mi salud).
Paco lleva más de diez años en este centro de salud y aspiraba a jubilarse aquí: apenas le deben de quedar un par de años. Pero una vez más el absurdo maltrato que ejercen los que dirigen este sistema sanitario público se ceba con los más valiosos. El año pasado le abrieron un expediente disciplinario. Me lo contó el mismo día que me lo encontré por la calle pasadas las tres de la tarde de un día de verano asfixiante, él volvía de atender una visita domiciliaria. Las acusaciones eran de lo más peregrinas: animar a los pacientes a que pidieran ser atendidos por un enfermero en vez de otros, o ser el autor de un escrito anónimo colgado en el centro. El caso finalmente quedó archivado, pero hasta entonces él tuvo que sufrir la incertidumbre y el acoso durante un tiempo largo. Nadie se disculpó.
Ahora han vuelto a reabrir el expediente con otra serie de acusaciones peregrinas. Y finalmente nuestro médico no ha soportado el machaque y con razón y pena ha aceptado un traslado. Me quedo, nos quedamos sin médico de cabecera. Qué pena, qué impotencia. Qué injusticia. Nosotros, sus pacientes, no nos merecemos esto, él aún menos. No hay derecho.
Paco, te mereces otra cosa: un homenaje, un reconocimiento, un premio por tu resistir heroico y tu buen humor épico.
El mismo día de la semana pasada en que me comunicó su inminente traslado recibí una llamada de la compañía aseguradora del Colegio de Médicos ofreciéndome un seguro médico privado muy muy barato. Así se va minando nuestro sistema sanitario público: castigando a los que intentan ofrecer un trato más cercano y establecen un vínculo con sus pacientes, promoviendo a los “amigos de” o “familiares de”, recortando y desmontando, mientras otros se frotan las manos con las inmejorables perspectivas de negocio que se les presentan en la sanidad privada.
A Paco López, con agradecimiento eterno,
de una paciente afortunada, parafraseando a nuestro admirado John Berger.
5 comentarios en “A Paco López, mi médico, con agradecimiento.”
Me ha gustado mucho tu carta y cómo cuentas las cosas desde el corazón…..Tengo la suerte grande de poder decir que soy amigo de Paco desde hace más de tres décadas y por tanto he disfrutado de su conversación y de su amistad todo ese tiempo y hemos vivido de cerca muchas cosas juntos….la vida, las vacaciones, los vinos buenos de la tierra, muchas miradas comunes nos unen, el arte, los libros, las lecturas…..él se va de tu centro de salud, pero tú no lo pierdes, siempre lo vas a tener ahí, cerca de tí………ya lo verás.
Hola Manuel Mendoza .Soy Julia, amiga de Paco. Que increíble la historia sobre Paco que cuenta Ibone, que increíble el medio por el que me llega la misma, y que increíble, ( si , mucho increíble, lo se ), de repente leerte en este blog.
Ibone expresa con bellisimas palabras su sentir sobre Paco.Ojala el se sienta bien, a pesar de la injusticia cometida
Un abrazo
me parece genial la carta no se puede poner en internet
Date: Thu, 3 Dec 2015 10:03:24 +0000 To: piedadcalvodiaz@hotmail.com
¡Que bonitas palabras!
Esta carta deberías hacérsela llegar a la consejería correspondiente porque tienes mucha razón y deberías ser escuchada. Saludos.
Enviado de Samsung Mobile