Se acaba de publicar el quinto libro en la colección Temas en Perinatalidad que tengo el gusto de dirigir en la editorial Síntesis. En esta ocasión se trata de un libro muy muy especial, escrito por dos queridas amigas con las que llevo más de veinte años compartiendo activismo en El Parto es Nuestro. Angela Müller y Marta Parra, madres y arquitectas, birthjunkies o locas del parto, como nos hemos llamado tantas veces. Apasionadas de la vida y de cambiar el mundo para hacerlo un lugar menos hostil y más cálido, ellas se han centrado en estudiar como el espacio puede facilitar los partos y nacimientos. Su libro Arquitectura de Maternidades se convertirá en imprescindible en todos aquellos lugares que quieran erradicar la violencia obstétrica. Os lo recomiendo y os dejo los párrafos iniciales del prólogo que he tenido el gusto es escribir.
Estaba en mi tercer año de residencia de psiquiatría, a mediados de los noventa, cuando me avisaron desde la planta de obstetricia de que me buscaban. Una mujer de parto se había encerrado en el cuarto de baño y se negaba a salir hasta que yo llegara. Me presenté, era una mujer a la que había atendido durante su breve paso por la planta de psiquiatría estando ella embarazada. La mujer salió, fuimos al paritorio y pocos minutos después parió rápidamente a su hija. Al leer este libro pensaba en ella y en una respuesta que le he escuchado en repetidas ocasiones al ginecólogo francés Michel Odent cuando le preguntan reiteradamente por un buen sitio para parir: el cuarto de baño.
Aquella mujer y muchas otras recurrieron a encerrarse en un cuarto de baño del hospital como única manera de tener intimidad en su trabajo de parto y no ser molestadas. Necesidades básicas de todas las parturientas y que, sin embargo, han sido muy difíciles de cubrir en la mayoría de los paritorios hospitalarios. Lo siguen siendo. Porque las salas de parto tradicionalmente fueron diseñadas sin tener en cuenta esas necesidades de las verdaderas protagonistas del parto: las parturientas.
Afortunadamente, hace ya varios lustros estas dos mujeres arquitectas iniciaron una verdadera revolución al llevar sus conocimientos y aprendizajes como madres y activistas del parto respetado a la arquitectura de maternidades. Enseguida percibieron hasta qué punto el ambiente podía perturbar, inhibir y complicar muchísimos partos, hasta el extremo de poder poner en peligro las vidas de madres y bebés. Ahora ya sabemos que entorpecer la fisiología del parto, esa maravillosa secuencia neurohormonal donde la oxitocina y las endorfinas bailan acompasadamente con las hormonas del estrés, como la adrenalina, es demasiado fácil. Basta con que la mujer sienta miedo, frío, o como señaló la experta matrona Ina May Gaskin, “perciba una mirada hostil”, para que el parto se detenga y se complique. Así queda claro que tener en cuenta la neurobiología del parto es tan importante a la hora de diseñar un paritorio como formar a los profesionales que atienden a los partos.
No es solo una cuestión neuroquímica, es también un asunto de derechos humanos de primer orden: el lugar en que se coloca a la mujer de parto, la manera en que se atienden los partos y nacimientos, el respeto por las comadronas y su trabajo con las mujeres, el derecho de los recién nacidos a estar siempre acompañados por su madre, padre o familiares, además de tener una enorme carga simbólica como reflejo de la cultura patriarcal, son cuestiones prioritarias en la agenda por los derechos humanos desde el nacimiento.
Creo que este es un libro de vanguardia destinado a transformar los lugares donde damos a luz y nacemos. Pioneras en tantos sentidos, sus autoras, Angela Müller y Marta Parra han mirado con las “gafas violetas” que propone el feminismo al paritorio y han comprobado que mucho de lo que ahí acontecía carecía de una perspectiva de género. Han sido pioneras del “turismo obstétrico” recorriendo desde el 2007 los paritorios de toda España, media Europa y parte del mundo (Reino Unido, Polonia, Alemania, Austria, Noruega, Países Bajos y Rumanía, pero también a maternidades en Gambia, México, Colombia y Nueva Zelanda) y de esa comparativa han surgido muchos aprendizajes que aquí nos cuentan. Los lugares que se preparan para dar a luz dicen mucho sobre qué lugar ocupan las mujeres en la sociedad.
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Por todo ello, confío plenamente en que este libro se convertirá en una guía imprescindible, necesaria y presente en todas las maternidades y hospitales de los países de habla hispana.
En la web del editorial se puede descargar el índice y un capítulo de muestra.
2 comentarios en “Arquitectura de Maternidades, de Angela E. Müller y Marta Parra”
Excelente!! Me llega en el mejor momento este correo, ya que al fin en mi maternidad desean iniciar el proyecto de crear una sala de parto dirigida a la mujer gestante, su cría y familia, espero que se apoyen en este maravilloso libro, muchas gracias
Qué alegría ver que siguen estas bonitas alianzas a través de los años 😉