Tantísimas mujeres tan jóvenes con tantísimos niños y bebés. Tantísimas embarazadas. Niños y niñas por todas partes, solos o en grupos, con la mirada perdida a ratos, peleando o construyendo cabañas que resultan ser sus casas. Ancianos que te cuentan como perdieron la vida todos sus hijos.
En las carpas de Nurture Project International en Eko Station Camp ayudamos con la alimentación de los bebés, con la lactancia, con los biberones, con los baños a los más pequeños. Hablo con los bebés y las madres me cuentan. Chavalas casadas y embarazadas, dieciséis o diecisiete años. En el hospital griego más cercano a todas las refugiadas les hacen cesárea. Hablando de violencia obstétrica. Me dan ganas de irme a acompañarlas cuando se pongan de parto. Qué estoy haciendo aquí. Esta gente vino porque Europa les acogía y ahora ven como se construye una valla alrededor del campamento de la gasolinera. La vieja Europa, qué vergüenza.
«It´s an emergency!», es la frase que más he oído desde que llegué. Es cierto, es una emergencia. Toda esta gente en medio de la nada sin apenas nada. Mayoría de niños, niñas y mujeres. Recién llegados del horror de la guerra.
Un oso de peluche abrazado a una farola. Es la peluquería. «Nobody ever comes here for a hair cut» nos dice el peluquero. Es cierto. Nadie viene aquí a cortarse el pelo.
0 comentarios en “Refugiadas embarazadas”
Pingback: Nurture Project: un año con las madres refugiadas | Ibone Olza
Gracias, Ibone, por hacerte eco. Es una tragedia y a mí me hace sentir impotente.
No puedo imaginar. No puedo respirar viendo las imágenes. No puedo cerrar los ojos y quisiera poder dejar de avergonzarme. Me siento bloqueada. Está vieja Europa es especialista en olvidar y odiar. Que podemos hacer?
No sé qué podemos hacer en lo político. Poco seguramente: protestar, hablar, difundir. Pero yo de entrada me he metido en la web de Nurture y les he mandado 25$.