La Relatora Especial de Naciones Unidas sobre violencia contra la mujer, Reem Alsalem, acaba de publicar un informe tan importante como demoledor que califica la gestación subrogada como violencia y llama a abolirla universalmente. El informe visibiliza y describe todas las violencias a las que se ven sometidas las madres y los bebés en estos procesos. Es muy completo e importante, recomiendo su lectura integra a todas las personas interesadas en formarse una opinión documentada al respecto.
Extraigo algunas frases que me parecen especialmente relevantes:
- La reproducción subrogada comercial, que corresponde a la inmensa mayoría de los casos de reproducción subrogada en el mundo, constituye venta de niños, lo cual es un delito (pág. 16).
- El consentimiento por sí solo no hace que la reproducción subrogada sea ética
- Ningún marco regulatorio puede prevenir por completo los graves daños psicológicos que puede ocasionar el proceso de separación.
- Si bien se ha argumentado que la normativa y la supervisión pueden disminuir el riesgo de la trata de mujeres y niñas en los arreglos de reproducción subrogada y reducir los daños, las pruebas existentes no respaldan tales conclusiones (pág. 16)
- Los arreglos de reproducción subrogada pueden equivaler o asemejarse a la esclavitud, ya que ponen a las madres sustitutas en una situación en que se hace uso de todas o alguna de las características del derecho de propiedad con respecto a ellas (pág 16).
- Con el fin de que ejerzan de sustitutas, las mujeres experimentan una presión psicológica que constituye violencia. Se suele presionarlas para que ingresen al mundo de la reproducción subrogada al presentarla como una actividad de demostración de los valores del “amor” y la “solidaridad”, sobre todo en relación con las parejas homosexuales. Esas presiones disuaden a las mujeres de que busquen ayuda o expresen su disconformidad, dado que pueden sentirse sujetas de por sí al compromiso de transferir un hijo a los progenitores comitentes, con los que pueden tener vínculos afectivos (pág 13).
- Las mujeres migrantes son elegidas específicamente para la reproducción subrogada o trasladadas a otros países para que se sometan a procedimientos de fecundación y den a luz, a menudo con el propósito de eludir los marcos jurídicos.
- La contratación suele verse impulsada por la publicidad en línea que presenta la donación de óvulos como un acto altruista y también rentable, además de omitir información vital sobre las molestias de las inyecciones hormonales cotidianas y los efectos secundarios y riesgos perjudiciales, como las complicaciones de la anestesia, el síndrome de hiperestimulación ovárica o la complejidad emocional de renunciar a un hijo biológico.
- A diferencia de otras formas de trabajo, la reproducción subrogada implica el uso directo y con fines de explotación de las funciones corporales y reproductivas de una mujer en beneficio de otras personas, lo que a menudo se traduce en daños duraderos y en circunstancias de explotación. Además, en la reproducción subrogada no se distingue entre el tiempo de trabajo y la vida personal, ya que las madres sustitutas no pueden tomarse licencias por embarazo.
- En los arreglos comerciales de reproducción subrogada se otorga un valor monetario a la capacidad de las mujeres de concebir y dar a luz a niños sano, lo cual refuerza desequilibrios de poder perjudiciales en que las personas y entidades con mayores medios económicos ejercen el control sobre la capacidad de las mujeres de quedar embarazadas y dar a luz.
- En contextos en los que las mujeres y las niñas tropiezan con obstáculos estructurales que les impiden ejercer sus derechos básicos y acceder a servicios esenciales, la reproducción subrogada puede desvalorizarlas aún más, reducirlas únicamente a sus funciones reproductivas y perpetuar la idea de que la biología y la capacidad reproductiva femeninas son delegables y comercializables . Esa visión está arraigada en el lenguaje sobre la reproducción subrogada, en que se hace referencia a la mujer con términos deshumanizados como “matriz” , “vientre de alquiler” e “incubadora que desarrolla sus células”. Las madres sustitutas también afirman que se las infantiliza como “niñas buenas” cuando cumplen los requisitos de la reproducción subrogada.
- Las madres sustitutas suelen verse atrapadas en una dinámica de poder desigual con médicos y el personal de las agencias, y han descrito una situación en que se sienten impotentes y son tratadas “como una vaca” . Muchas carecen de acceso a un asesoramiento y representación legales de carácter independiente y puede que no reciban información en un idioma que comprendan, lo que dificulta que impugnen contratos que dan lugar a su explotación o prácticas poco éticas.
El informe completo se puede descargar aquí: https://docs.un.org/A/80/158
Para saber más: Declaración de Casablanca
1 comentario en “La gestación subrogada es violencia: ya lo dice la ONU”
Valiente como siempre, Ibone. Totalmente de acuerdo contigo y con estás declaraciones. Eres una luz en medio de mucha oscuridad. Te aplaudo y te felicito. Un abrazo