Hay quien dice que es la matrona más famosa del mundo, y seguramente sea así. Esta semana hemos tenido el placer de conocerla y escucharla y ahora al compartirlo me cuesta encontrar las palabras para contarlo. Ina May Gaskin me ha deslumbrado, la verdad.
Para quienes no la conoceis, decir que allá por los años sesenta, en pleno auge del movimiento hippy, salió de San Francisco una caravana de autobuses, caminones, y vehículos variopintos con cientos de aquellos hippies que buscaban un lugar donde instalarse y vivir en comunidad, lo que finalmente hicieron en Summertown, Tennessee, donde fundaron la famosa granja: The Farm. Como eran jóvenes y numerosos pronto llegaron montañas de bebés. Ina May y varias mujeres desde el inicio comenzaron a atender los partos, a la vez que estudiaban y observaban para ofrecer la máxima seguridad posible. Lo hacían tan bien que pronto se convirtieron en lugar de referencia para las mujeres que buscaban un parto respetado. Ina May con su mente científica se formó como matrona, y escribió un libro clásico partiendo de los relatos de partos de las mujeres: Spiritual Midwifery, que alguien tradujo al castellano como «Partería espiritual». Un libro pionero en reconocer y describir la psicología del parto, que en muchos casos incluye vivencias trascendentales, y en honrar lo sagrado que hay en cada nacimiento. Mientras tanto su marido, Stephen Gaskin, se dedicó a promover la conciencia ecológica, la permacultura y la vida comunitaria.
El caso es que invitamos a Ina May a venir a Madrid a impartir un seminario sobre la sabiduría del parto en nuestro Instituto (aún se puede hacer online). Llegó el lunes acompañada de uno de sus hijos, Samuel. A sus 78 años es una mujer ágil, extremadamente lúcida y muy generosa con su tiempo y conocimiento. Entregada a la lucha por un parto seguro, ha entrado en los manuales de obstetricia con la «maniobra Gaskin» y su «ley del esfinter», pero no tiene ningun problema en reconocer que la maniobra se la enseñó una partera guatemalteca a la que nombra siempre en sus clases y textos. En los dos días que hemos pasado con ellos además Ina y su hijo nos han hablado sin pudor de las numerosas contradicciones que se generaron en la comuna hippie, en relación a la crianza, en las dificultades para conciliar activismo, trabajo y maternidad, etc…Su consejo cuando las matronas le preguntaban como soportar la violencia obstétrica fue bonito: «los cambios llevan mucho tiempo, sed pacientes. Contad con los obstetras, id a sus fiestas, bailad juntos. Y sobre todo, volved a vuestras familias, cargaros de energía con vuestras parejas e hijos, no abandoneis esos lugares por la lucha.»
Cuanta razón, cuanta sabiduría. Gracias maestra.
Para quienes queráis conocerla un poco mejor os recomiendo este maravilloso documental.
4 comentarios en “Ina May Gaskin”
Ina May es un ejemplo a seguir sin duda. Maravillosa!
Precioso… Gracias por compartirlo!!
Yo también estoy deslumbrada por la gran presencia de Ina y por la manera tan profunda y a la vez sencilla de ver la vida, tan original, tan natural. Envidiable como siente y transmite la belleza del parto, como ella siempre lo vivió, alejada de la visión tan desnaturalizada con la que la mayoría hemos crecido.
Para el peque y para mí fue una bonita experiencia y nos sentimos como en familia.
Gracias Ina, Kika, Ibone e Isabel!
Eskerrik asko Ibone Olza. Me emociona. Karmele