Me adhiero al manisfiesto NO SIN EVIDENCIA, aunque matizo que no suscribo el punto 4. «Los facultativos que prescriban tratamientos sin evidencia científica demostrada» son de todo tipo, no sólo homeópatas, también psiquiatras, cirujanos «estéticos», obstetras, etc etc…y todos ellos deberían ser animados a revisar sus prácticas y actualizar sus conocimientos de diversas maneras. Personalmente la homeopatía me parece un bonito placebo, dicho dulcemente. Copio el manifiesto integro:
MANIFIESTO
La evidencia científica es uno de los pilares sobre los que se asienta la medicina moderna. Esto no siempre ha sido así: durante años, se aplicaron tratamientos médicos sin comprobar previamente su eficacia y seguridad. Algunos fueron efectivos, aunque muchos tuvieron resultados desastrosos.
Sin embargo, en la época en la que más conocimientos científicos se acumulan de la historia de la humanidad, existen todavía pseudo-ciencias que pretenden, sin demostrar ninguna efectividad ni seguridad, pasar por disciplinas cercanas a la medicina y llegar a los pacientes.
Los firmantes de este manifiesto, profesionales sanitarios y de otras ramas de la ciencia, periodistas y otros, somos conscientes de que nuestra responsabilidad, tanto legal como ética, consiste en aportar el mejor tratamiento posible a los pacientes y velar por su salud. Por ello, la aparición en los medios de comunicación de noticias sobre la apertura de un proceso de regulación y aprobación de medicamentos homeopáticos nos preocupa como sanitarios, científicos y ciudadanos, y creemos que debemos actuar al respecto. Las declaraciones de la directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) asegurando que “no todos los medicamentos homeopáticos tienen que demostrar su eficacia” y que “la seguridad no se tiene que demostrar con ensayos clínicos específicos” no hacen sino aumentar nuestra preocupación.
Por lo tanto, solicitamos:
- Que no se apruebe ningún tratamiento que no haya demostrado, mediante ensayos clínicos reproducibles, unas condiciones de eficacia y seguridad al menos superiores a placebo. La regulación de unos supuestos medicamentos homeopáticos sin indicación terapéutica es una grave contradicción en sí misma y debe ser rechazada. Si no está indicado para nada ¿para qué hay que darlo?.
- Que la AEMPS retire de la comercialización aquellos fármacos, de cualquier tipo, que pese a haber sido aprobados, no hayan demostrado una eficacia mayor que el placebo o que presenten unos efectos adversos desproporcionados.
- Que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y el resto de autoridades sanitarias persigan a aquellas empresas que atribuyen cualidades curativas o beneficiosas para la salud a sus productos sin haberlo demostrado científicamente.
- Que el Consejo General de Colegios de Médicos de España / Organización Médica Colegial, en cumplimiento del artículo 26 del Código de Deontología Médica, desapruebe a los facultativos que prescriban tratamientos sin evidencia científica demostrada.
También puedes leer nuestro manifiesto en galego, català y euskera.
6 comentarios en “No sin evidencia”
Pingback: No Sin Evidencia: Spanish HCPs talk about homeopathic medicines
antes de firmar nada, todos los fans de la evidencia cientifica deberian informarse, contrastar y leerse «El Rapto de Higea» http://www.viruseditorial.net/pdf/rapto%20de%20Higea.pdf
Parece que el seor Bello sabe mucho de homeopatia! Pues si a Ibone le parece ‘un bonito placebo’, a mi la homeopatia me parece una fea estafa.
Uf… «que presenten unos efectos adversos desproporcionados»
Me temo que eso abarca una inmensa cantidad de tratamientos, que hacen más mal que bien pero ahí siguen, siendo recetados masivamente.
No sin evidencia? A qué intereses servís? Hola, con todos los respetos, creo que la agresiva formulación de este manifiesto, es plenamente concordante con la agresividad de la mayoría de los mecanismos de acción de los productos farmacéuticos, y la agresividad de las propias corporaciones farmacéuticas. Sin embargo coincido en que no es fácilmente demostrable la efectividad de un producto diseñado para modificar el sistema inmunológico y dejar que sea cada individuo quien reaccione a su manera de enfermar, al igual que es difícilmente justificable el uso sistemático de una batería de fármacos que no han ayudado más que a arruinar el país y de muchos de los cuales tampoco sabemos cual es el mecanismo de acción. Probablemente las autoridades comunitarias hayan aprendido que países tan poco finos como Francia, Alemania o Suiza, por no nombrar a Brasil o a La India, consumen la mitad de medicamentos que nosotros, la más grande de las patrias en materia de control democrático, gestión y ahorro, consumimos. Y ello gracias a otra medicinas, sí medicinas, porque Paracelso, Hahnemann o Reckeweg eran bastante buenos médicos. Llámale placebo o llámale como quieras pero si no se entiende su funcionamiento no es argumento para inquisitorialmente prohibirlo, se trata en todo caso de un consumo menos agresivo y con unos costes menores para la sociedad en general. Todo lo demás es un ruido que debería haber sido dirigido a reivindicar mejores sueldos y condiciones laborales, pero por ahí no parece que haya mucho más que hacer, al fin y al cabo fueron los propios médicos quienes renunciaron a sus prebendas liberales a cambio de un sistema nacional de salud luego fraccionado en sistemas autonómicos donde la gestión fue, es y será realizada con carácter puramente economicista, y al que no le guste, dos tazas. En el ámbito legislativo de la Common Law inglesa, la práctica profesional terapéutica es libre, las enfermedades de tipo infeccioso han de comunicarse a las autoridades competentes. En Alemania existe el Heilpraktiker, que se somete a un examen de estado, con unos conocimientos clínicos similares a los de enfermería de España, y puede ejercer la terapia que quiera, con tal de responder a posibles demandas por parte de los pacientes que acudan a él, no pudede tocar casos infecciosos, obstetricos o ginecológicos ni pediatricos. En la India o en Sudáfrica o Inglaterra hay carreras superiores de cinco años de Homeopatía. En USA, la asociación médica americana ha negado siempre el acceso a cualquier asociación médica oficial a cualquier homeópata, se intentó demonizar la práctica, pero sólo consiguió reducirla a su mínima expresión desde el Flexner Report, subiendo exponencialmente las despesas económicas a los médicos alopaticos hasta el punto que ningún homeópata por mucha convicción que tuviese acabó por sucumbir ante la alternativa dineraria. Pero en España no tenemos ni una cosa ni la otra, ni hay escuelas oficiales, ni hay alternativa alopatica con una calidad de vida que haga desistir de la práctica homeopática a quien por su cuenta haya aprendido. Deben ser los consumidores en calidad de libres quienes decidan una medicina o otra. Y el gobierno debe velar por la coexistencia pacífica, y si las farmacias no quieren administrarla pues que tampoco administren pañales ni cosmética, Que esos productos los puede vender cualquiera con una licencia de parafarmacia. Sigo y seguiré en desacuerdo con esta absurda campaña de desprestigio que seguro obedece a obscuros intereses que no me interesan lo más mínimo. Soy médico de profesión licenciado académico y colegiado, y a ver quién es el guapo que se mete en mi consulta a decirme lo que tengo que prescribir. Era harto crítico con la homeopatía, hasta que decidí estudiarla, y tengo que decir que es mucho más respetable que la mitad de las patentes que nos meten porque sí, y que me sacó y aún me saca de más de un problema. Antes de descalificar es preciso conocer. Explicar la homeopatía a la gran mayoría de los médicos oficiales es perder el tiempo como cuando intento explicarle a mi padre como funciona el wifi o un dron. Un saludo
Ji,ji!! Totalmente de acuerdo, Ibone, como les he dicho a otros compañeros, el que nunca haya recetado medicamentos de «baja utilidad terapéutica», que tire la primera piedra. Un abrazo y como siempre, gracias por tu coherencia.