Mi mayor deseo: que los niños sean escuchados efectivamente y
que tengan voz en el mundo en el que vivimos.
Querría que todos los niños fueran respetados por los adultos
como seres únicos e irrepetibles
Nacho de la Mata
Nos dejó ayer. Nacho abogado, defensor, amigo. Pero sobre todo Nacho compañero de Lourdes, siempre enamorado y apasionado, padre entregado de tres niñas pequeñas. ¿Como hablar de él en pasado? Desde el agradecimiento absoluto y la admiración, pensando en la fortuna de haberle conocido y de haber compartido con él momentos intensos de vida, lucha y enseñanza. Desde la tristeza y al mismo tiempo la conciencia de la grandeza de su legado.
Le conocí en la parroquia de Entrevías, en una de esas acogedoras paellas a las que todo el mundo está invitado tras la celebración de los domingos, como el marido de Lourdes Reyzabal, amiga psicóloga a la que había conocido gracias a las reuniones de supervisión que teníamos con nuestro maestro Enrique Martínez Reguera. Sostenía a su hija Daniela en brazos. En broma y con risas se quejaba de las vicisitudes de ser padre con una mujer y madre pro-lactancia. El también lo era. Gracias a Lourdes fui conociendo poco a poco su trabajo, admirando la entrega de ambos a los chavales menores no acompañados, sin reservas, abriéndoles su casa y ofreciéndoles lo mejor de sí mismos. El mismo lo contó en una entrevista:
«Es en 2003 cuando empezamos a conocer a menores que se han escapado de los centros por miedo a ser repatriados. Comenzamos a buscarles una solución, acogimos a algunos de ellos en casa para que no se quedasen en la calle y tomamos contacto con el problema”.
“Un día, a las cinco de la mañana, recibo una llamada diciendo que se están llevando al chaval a Marruecos. Me dirijo corriendo al juzgado, primero al de lo penal, para poner un habeas corpus; después al de lo contencioso para interponer una medida cautelarísima contra la repatriación de esa persona. En ese momento el juez adopta la medida y bajan al chico del avión”. A partir de ese momento se inicia un procedimiento contra la orden de repatriación, hasta que meses más tarde se acabó dictando que la deportación violaba los derechos básicos.
Así era Nacho, dispuesto a ir a cualquier hora al juzgado de guardia si había que denunciar de forma urgente un atropello a un menor. Como pasó con Alma, que tenía 15 meses cuando el IMMF le separó brutalmente de su madre, Habiba, que se había empeñado en seguir amamantandola desoyendo las indicaciones de los «educadores» de la residencia donde estaban ambas acogidas. Por aquel entonces Nacho y Lourdes ya habían tenido dos hijas más, y la más pequeña también era lactante. En aquellas intensísimas semanas de junio del 2011 fui con Nacho a los juzgados en dos ocasiones, una de ellas estuvimos allí hasta la madrugada. Recuerdo la desolación y enfado de Nacho cuando el juez de guardia consideró que no había riesgos para la salud de Alma si se suprimía la lactancia. Siguió removiendo Roma con Santiago, documentando y reforzando su defensa y argumentación, afirmando que cada vez tenía más claro que la razón última por la que le habían retirado la niña a la madre era la lactancia. Con pleno conocimiento de la insumisión que supone en esta sociedad amamantar a demanda pasados los primeros meses de vida. Con la ayuda de muchas y muchos Nacho logró que el IMMF rectificara y Alma volviera con su madre. Y casi inmediatamente Nacho siguió batallando, denunciando los atropellos que se producían al intentar estimar la edad de los menores para expulsarlos. Cuidando y acompañando, como cuando pocos días después se fue con un chaval a Cataluña a acompañarle en su incorporación a un restaurante de máxima calidad que participaba en el precioso y emocionante proyecto Cocina Conciencia.
Nos queda su legado. Sus palabras, sus argumentos, sus textos: El derecho del menor a ser oído. Su entrega. El recuerdo de su sonrisa, tan bella, que inevitablemente voy a recordar muchas veces y muy especialmente cada vez que me encuentre con una persona africana.
Gracias Nacho. Hasta siempre, amigo.
19 comentarios en “El legado de Nacho de la Mata”
Nacho gracias por recordarme lo importante de la vida. Un honor compartir contigo un año en Canoe.
Zivot leti kapetane
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Hoy de vuelta del trabajo escuchando la radio he conocido la existencia de la Fundación Raíces y me ha interesado la fantástica labor que realiza. Una pena la pérdida de este ser tan luchador y que maravillosa historia. Ánimo a su mujer y fuerza para recorrer el camino iniciado. Desde dónde esté seguirá luchando por los derechos del menor. Dios te eligió.
No le conocí en vida, ni siquiera había oído hablar de él o de la Fundación Raíces. Pero hoy en el coche he ido escuchando en la SER una entrevista con su viuda y uno de sus protegidos, y su nombre y obra se me han quedado grabados para siempre. Qué admirable vida, corta pero intensa, tan entregada y comprometida, qué raro ejemplo hoy en día… Mil gracias, aunque las mías te lleguen tarde.
Una vida corta, pero ¿podría haber sido más plena? Ha estado en el mundo para hacer el bien, hay niños que TODA SU VIDA recordarán que fue un gran hombre, un gran ser humano. No lo olvidaremos.
Siempre Nacho!!!!. Gracias Nacho!!!!. Eres UNICO. NO SABES HASTA DONDE TE ECHARE DE MENOS.
Pero tengo claro una cosa , me has enseñado a ser mas humana y sobre todo a disfrutar de cada segundo. Cuidaremos de tu familia.Te quiero.
Emocionate historia una lastima que esas niñas y esposa se queden sin ese gran padre que tanto ha hecho por todos los niños, un beso muy fuerte para sus seres queridos
Fría es como me he quedado al enterarme. La verdad es que varias veces he pensado en ti, en aquel niño al lado del que me sentaba, no recuerdo en que curso, pero que me hacía sonreír, que luego se marchó a Estados Unidos y con el que, poco a poco, perdí el contacto. Que pena, que pena no haberte conocido más y que pena que te hayas ido tan pronto. La vida muchas veces no es justa. Un beso enorme, Nacho, hasta algún día 🙂
Te recuerdo de niño en el cole jugando al baloncesto y sonriendo por el pasillo…soñé contigo algunas veces…me da pena no haberme despedido pero te mando un beso por el aire que seguro que recogerás…mucho amor para tí, Nacho.
Hasta Dios amigo.
Te has ido demasiado pronto pero tu vida ha servido de mucho, has dejado tu semilla, en tus tres nenas y en tantos compañeros que te conocimos y que seguiremos tu lema «respetar a los niños, que se sepan queridos y respetados para que crezcan sabiendo respetar y querer «. Gracias por poner con tu trabajo y ejemplo un ladrillo para construir un mundo mejor
Mi más sentido pesame ….llevate la orden del merito al trabajo , la sociedad te la concedemos …
Dejaste huella Nacho por u sencillez, honestidad, generosidad e implicacion siempre con los mas desfavorecidos, con los excluidos con los marginados por el sistema con los mas indefensos. Gracias por tu sonrisa franca, por darnos ejemplo para no rendirnos Gracias y h
asta siempre compañero
Nunca se van las BUENAS PERSONAS DE CORAZÓN INFINITO. Siempre quedamos impregnados de esa cálidad humana y de ese deseo de Nacho de que ningún niñ@ sea maltratado en el mundo. Seguro que quienes te queremos y admoramos pondremos buen cuídado en preservar la felicidad de los niños. Un abrazo inmenso en tu enorme corazón.
Qué lástima, qué pérdida!
Antes de llegar a leer el nombre de Habiba ya tenías toda mi admiración. Pero el resto de lo narrado me ha llevado hasta las lágrimas. Fuiste tú, ese abogado que no conocía y que hizo tanto por Alma y por tantos otros niños. Gracias, Nacho. El otro día leí una despedida en un funeral y me gustaría dedicártela: «Hasta Dios».
Gracias Nacho, por habernos enseñado tanto.
Ante todo, gran persona, muy humano, ahora no le encuentro mucho sentido a tanto sufrimiento, has dejado huella en tod@s nosot@s, muy buen viaje.