»Estamos luchando por un estilo de hacer medicina cercano a las personas, respetuoso con ellas, por la no separación de niños y madres y padres, por el respeto y apoyo a las mujeres que amamantan, porque tengan derecho a estar con sus hijos cuando estén hospitalizados, por una hospitalización amable para los niños, por una integración de la Pediatría en las comarcas para que entre todos, pediatras de hospital y de centro de salud atendamos integralmente y con las mejores garantías a los niños.» José María Paricio Talayero, el autor de estas palabras, es un pediatra, Jefe de servicio del hospital de Marina Alta en Denia, Alicante. Este hospital es público pero pasó hace unos años a ser gestionado por una empresa privada, DKV seguros, que ahora ha decidido que el doctor Paricio no siga como jefe de servicio de pediatria.
La respuesta de DKV ante el aluvión de protestas recibidas por el cese de Paricio ha sido la siguiente: «Los puestos directivos son puestos de confianza, y las personas que los ocupan se evalúan por sus capacidades de gestión, de organización y de eficiencia en la coordinación de los recursos, no por los supuestos méritos como facultativos en la atención a los pacientes». En resumidas cuentas, vienen a decir que aunque sea un buen pediatra puede ser un mal jefe. Curiosamente la movilización para que Jose María continúe como jefe de servicio en la plaza que ganó por oposición la han iniciado los miembros de su equipo y ha sido difundida con rapidez por madres y padres agradecidos con la excelente tarea que Paricio ha realizado en todos estos años. Entre otras muchas cosas Paricio es el creador de una herramienta imprescindible; la web e-lactancia, que ha contribuido a salvar miles de lactancias que habrían sido suprimidas si se hubiera hecho caso a prospectos obsoletos o consejos médicos no basados en la evidencia científica.
Así contado parecería que nos encontramos ante un conflicto entre unos gestores que pretenden conseguir una gestión organizada y eficaz y un pediatra entrañable para madres y bebés. Nada más lejos de la realidad. Lo que está pasando tiene una enorme carga simbólica. Refleja dos maneras diametralmente opuestas de entender la Medicina y tratar a las personas.
En primer lugar, los gestores parecen no entender que para garantizar una atención sanitaria de calidad tienen primero que cuidar(nos) a los profesionales sanitarios. El doctor Paricio a estas alturas de su carrera y con tantísimos méritos a sus espaldas merece un homenaje público y una cátedra, no semejante maltrato institucional. Es inadmisible lo que les están haciendo, a él y a todo su equipo. Lo que consiguen con este tipo de actuaciones es desmotivar a los profesionales, hacernos pensar que cuanto menos nos impliquemos mejor, que cuanto más se destaque como médico y no digamos ya como jefe de servicio más pronto llegará el castigo.
En segundo lugar, la medicina tradicionalmente ha sido una ciencia misógina, que no ha mostrado mucho interés por la salud de las mujeres y menos aún de las madres. El mejor reflejo de ello ha sido la falta de conocimiento sobre la lactancia materna, gran olvidada en muchas facultades de medicina hasta hace no tanto. La industria farmaceútica ha hecho y sigue haciendo un enorme negocio gracias a este abandono, con prácticas inaceptables como el soborno a médicos mediante invitaciones a viajes de placer disfrazados de congresos científicos. Aquí los gestores rara vez han dado muestras de preocupación por el enorme gasto que todo ello ha generado en última instancia a las arcas públicas, sino más bien lo contrario, han hecho la vista gorda y ahora pretenden recortar el gasto como si todo esto no hubiera pasado en nuestro país durante décadas. Los pediatras que a mediados de los 90 se pusieron manos a la obra y realizaron un trabajo ingente para recuperar la lactancia, muy especialmente desde el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría, al que pertenece el Dr Paricio, saben bien lo dificil que ha sido.Estos pediatras han modernizado la atención médica a madres y niños basándose sólo en la evidencia científica, desterrando antiguas prácticas altamente dañinas.
En tercer y último, pero no menos importante lugar, está esa defensa de la medicina cercana a las personas a la que hace referencia Paricio. Todavía hoy hay quien cree que ser cercano, poder abrazar a los pacientes, hablar de nuestras experiencias personales como madres o padres, nos hace menos profesionales, peores médicos. El esfuerzo de Paricio por acercar la pediatría a las familias, por estar a su servicio humildemente, tampoco es reconocido sino castigado.
Hace ya unos cuantos años que conozco a Jose María y que aprendo de él. Pero creo que fue la lectura de un texto magistral suyo sobre su experiencia como padre , titulado Sentimientos pese a todo (publicada en el libro Maternidad y paternidad) lo que me conmovió profundamente y me dió la medida de su dimensión como pediatra y como persona. Es un texto inolvidable y conmovedor que agradezco porque me enseña como quiero ser no sólo como médico, también como persona, que no debo temer hablar en según que contextos de mis emociones porque eso no me hace peor psiquiatra, sino todo lo contrario.
Por todo ello, apoyo al doctor Paricio incondicionalmente. A los gestores (por decir algo) de DKV sólo puedo desearles de todo corazón que si un día sus hijos o hijas enferman tengan la suerte de poder ser atendidos por algun pediatra tan bueno como el Dr. Paricio, aunque igual no les será fácil encontrarlo.
PD: Para firmar en apoyo: http://actuable.es/peticiones/en-apoyo-al-dr-jose-maria-paricio-hospital-denia
3 comentarios en “En apoyo al doctor José María Paricio”
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Deseo que a quienes hayan tomado la decisión de prescindir de éste gran médico,no necesiten a lo largo de su vida,ni ayuda médica,ni atención humana y profesional(que muchas veces no van de la mano),porque siempre parece repetirse,que no valoramos lo que tenemos hasta que no lo perdemos.
Mi apoyo al Dr Paricio.
De acuerdo en cada palabra que escribes.
Es que el despido del Dr. Paricio es muchisimo más que el despido de un buen pediatra, deja a las claras lo que les importan nuestros hijos y nosotros y cuales son sus preferencias. Esperemos que sigan quedando pediatras como él, aunque cuesta encontrarlos…