El mundo se ve un poco distinto desde aquí. Intento conocer la realidad de las madres zimbabuesas partiendo de que probablemente lo que yo pueda llegar a conocer sea muy poco y sesgado. Me pidieron desde Friendship Bench que aprovechando mi visita diera tres charlas *, dos en la facultad y una en el colegio de médicos, sobre mis temas habituales: neurobiología del apego y aplicaciones clínicas, psicología del parto y nacimiento, trauma posparto y violencia obstétrica.

Esta última parte me parecía más dificil, ya que, sin conocer la realidad de la atención al parto en Zimbabwe, venir a hablar de violencia obstétrica me parecía  algo osado. Pensamiento equivocado: la violencia obstétrica aquí es un grave problema. Y crear un espacio donde poder nombrarla es a menudo el primer paso en los procesos de cambio.

En Zimbabwe un 15% de las madres dan a luz sin asistencia, el porcentaje sube al 30% en las zonas rurales. La mortalidad materna y neonatal es altisima, aunque no hay cifras muy fiables. La mortalidad neonatal creo que es de 45 por mil. Un horror. En los hospitales públicos hay un 13 % de cesáreas, en los privados no se sabe pero probablemente bastante más. No hay registros o si los hay no son fiables. (El contexto político es complicado: la dictadura de Mugabe, que lleva 36 años en el poder, ilustra bien lo difícil que lo tienen los países africanos para salir del imperialismo)

El VIH está bastante extendido, muchas personas no saben o no quieren saber si están infectadas. Los jóvenes toman antirretrovirales mezclados con psicofármacos como droga. Las madres adolescentes a menudo no tienen otra opción que la prostitución como modo de supervivencia.

La mayoría de las madres amamantan inicialmente. Pero,  a muchas se les recomienda poner sal en el paladar del bebé para que este beba más. Eso e introducir las papillas a partir de los quince días de vida. (Sí, a mi también se me pusieron los pelos de punta al escucharlo). Portean los bebés a la espalda, y hay muy poca interacción con ellos. Muchos de los bebés y niños pequeños que he visto en estos días parecen serios y tristes.

Asi que, volviendo a la charla que dí sobre violencia obstétrica, fue un encuentro con diversos profesionales donde, como suele ser habitual, muchas de ellas compartieron sus propias experiencias en sus partos. Testimonios de violencia obstétrica que confirman que por desgracia en todas partes cuecen habas, es decir, en todas partes el maltrato a las mujeres en el parto es casi la norma. (Empezando por la no atención a las urgencias obstétricas de forma eficaz).

Un catedrático de obstetricia me dijo que están trabajando para erradicar el maltrato con el apoyo de White Ribbon Alliance. Me gustó ver uno de sus posters en la maternidad que visité. Este hombre también me dijo que él piensa que el VIH está demoliendo el patriarcado. Según él, cada vez hay más mujeres que deciden permanecer solteras para no contraer el VIH.

En una reunión informal con el personal de la Rape Clinic de Médicos Sin Fronteras, dedicada a atender a víctimas de abusos sexuales, contaron que les están llegando hombres jóvenes que han sido asaltados y violados por grupos de mujeres que finalmente recogen su esperma en un preservativo: por lo visto son violaciones para conseguir semen para inseminaciones de reproducción asistida. Estos hombres están muy traumatizados y expresan que no lo pueden contar porque nadie les va a creer o nadie lo va a tomar en serio.

El mundo se percibe diferente desde aquí.  Mi visita a Zimbabwe está siendo intensa, emocionante y repleta de aprendizajes. En este invierno de Harare me pregunto qué hacer, no ya con Zimbabwe si no con este mundo tan complejo, con tanta injusticia tan difícil de aceptar, con todo lo que me sobrecoge y lo privilegiada que me siento… Para mi la respuesta sigue siendo apostar por cuidar a las madres, y especialmente por cuidar su salud mental para que puedan cuidar a sus bebés. Lo que pueda, donde pueda…

 

 

 

 

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3 comentarios en “Las madres de Zimbabwe”

  1. Pingback: Las matronas de Zimbabue, contra la violencia obstétrica « Ibone Olza

  2. Muchisimas gracias por compartir tu experiencia.
    He visitado la página de la organización de la que hablas White Ribbon Alliance, mi trabajo tiene mucho ver con sus objetivos. A trabajar desde donde se pueda, como se pueda, sin agotarnos.

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