lactivista1(Este texto es el primer capitulo de mi libro Lactivista, publicado por la editorial ObStare en 2013. Estaba colgado en otro blog pero hasta ahora no lo había publicado aquí. He considerado que era el momento de colgarlo, tras leer en los últimos tiempos algunos textos sobre el tema con títulos lamentables).

Hay madres que han intentado amamantar y lo han dejado a la semana del parto, con grietas en los pezones y dolor en el alma. Madres seropositivas que han optado por la lactancia artificial para excluir por completo la posibilidad de transmitir el VIH a sus bebés por la leche. Madres que sufrieron abusos sexuales en su infancia y a las que la sola idea de que el bebé succione su pecho les produce un profundo malestar. Madres anoréxicas o bulímicas a las que alimentar a sus bebés les supondrá un esfuerzo gigantesco y tal vez una recaída. Madres que son maltratadas en sus partos y que salen del paritorio anuladas y sin ninguna energía para poder sostener a sus bebés. Madres que adoptan y madres que consiguen serlo tras haber superado un cáncer.
Son infinitas las razones por las que una madre puede decidir no amamantar y cada una de ellas merece el máximo respeto. Lo que verdaderamente necesitan todos los recién nacidos sin excepción es sentirse queridos, no sólo por sus madres sino por toda una familia o comunidad. Las madres siempre necesitan respeto, apoyo y reconocimiento.

Si amamantar se convierte en una obligación o en un mandato, apaga y vámonos. Si hay madres que se sienten criticadas, juzgadas o rechazadas por decidir no amamantar lo estamos haciendo mal las y los que defendemos las bondades de la lactancia materna. Cada madre sabe qué es lo mejor para ella y para su bebé. Las circunstancias pueden ser tremendamente complejas. Ha llegado el momento de que hagamos una reflexión profunda. El mensaje que estamos dando los que promovemos la lactancia debe ser cambiado, o al menos matizado.
FOUQUETComo lactivista me preocupa mucho que la defensa de la lactancia materna pueda hacer que las madres que no han dado el pecho se sientan mal, culpabilizadas o angustiadas por la salud de sus hijos e hijas. Decir que el pecho es lo mejor es señalar o culpabilizar de alguna forma a las madres que no optan por el amamantamiento. Cuando ponemos el superlativo, lo mejor, damos en cierto modo a entender por la disyuntiva que no darlo es lo peor. ¿Qué madre no quiere lo mejor para su bebé? En ocasiones lo mejor es enemigo de lo bueno.
Entre el 2004 y el 2006 la agencia pública de Salud de la Mujer del Departamento de Salud estadounidense lanzó una agresiva campaña para promover la lactancia materna. Se centraba en alertar los riesgos de la lactancia artificial. La campaña se difundió en todos los medios y llegó a incluir imágenes de mujeres embarazadas subidas a un toro mecánico con el titular: “Nunca correrías esos riesgos embarazada, ¿por qué hacerlo una vez que el bebé ha nacido?” Joan B. Wolf, profesora de estudios de género en la Universidad de Texas realizó un análisis muy crítico de la campaña. Para ella esta se incluía en algo más amplio: la presión para la “maternidad total”. Una especie de código moral que presiona a las madres para que sean expertas en todo, en cada una de las dimensiones de la vida de sus bebés, comenzando desde el útero, renunciando a su individualidad o quedando reducidas a meras sirvientas cuya tarea principal consiste en proteger a sus criaturas de todos los riesgos. Wolf se preguntaba además si era ético provocar miedo y ansiedad a las madres para intentar que amamanten y cuestionaba las, según ella, presuntas ventajas de la lactancia materna, criticando la metodología de los estudios que le parecían poco rigurosos (Wolf, 2007).

ima1Desde luego que angustiar o amenazar a las madres que optan por no dar el pecho no es la manera de promover la lactancia materna, sino más bien de enfrentar y dividir una vez más al colectivo de mujeres madres y probablemente a la sociedad. Dar el pecho no es lo mejor, pero sí lo normal (como bien dice en su blog la lactivista Patricia López Izquierdo ). La leche materna es el mejor alimento para los más pequeños, pero dar el pecho no es siempre lo mejor: a veces, por desgracia, es lo más difícil.

Hay un grupo de apoyo en internet para las madres que optan por la lactancia artificial. “Fearless Formula Feeder” es un grupo de apoyo en la alimentación de lactante, fundado por Suzanne Barston. Merece la pena escuchar a las madres que dan el biberón, como se han sentido juzgadas por algunos profesionales sanitarios o avergonzadas al dar el biberón en según qué lugares.

El problema es que hay muchos intereses ocultos que pueden condicionar la libre elección de las madres. El negocio que supone para la industria farmacéutica y alimentaria el mercado de la lactancia artificial es incalculable. Y esa industria tiene unos tentáculos alargados que llegan mucho más lejos de lo que se podría imaginar, de maneras invisibles o sutiles.
sandyconnanPara empezar, el negocio de la leche de fórmula campó a sus anchas durante la segunda mitad del siglo pasado erradicando casi por completo la cultura tradicional del amamantamiento.

“Formula feeding is the longest lasting uncontrolled experiment lacking informed consent in the history of medicine.”

O lo que es lo mismo: la lactancia artificial es el experimento más duradero sin grupo control ni consentimiento informado en la historia de la medicina. La frase es de Frank Oski (1932-1996), que fue catedrático de pediatría de la John Hospkins y editor de la prestigiosa revista Pediatrics. Todavía a día de hoy es difícil conocer las consecuencias a largo plazo de la introducción masiva de la lactancia artificial como manera de alimentar a los bebés a partir de los años cincuenta y sesenta en el mundo occidental.
Eso generó que actualmente sean una minoría las mujeres adultas que han sido amamantadas en su infancia o que han visto lactancias gozosas en su entorno. Amamantar es mucho más fácil si has crecido viendo a muchos bebés y niños o niñas tomando el pecho en cualquier lugar, a todas horas y de cualquier manera. Intentarlo sin haber conocido de cerca otras lactancias puede ser muy difícil.
Por otra parte, aunque a menudo se ha mencionado la introducción de la lactancia artificial como uno de los avances que permitió a muchas mujeres la incorporación al mercado laboral, en realidad este supuesto avance tiene poco de liberación, y mucho de sumisión a una lógica capitalista que actúa en contra de los deseos de madres y criaturas.
Paradójicamente conforme avanzó la liberación de la mujer se incrementó la presión sobre el cuerpo de las mujeres. Lo que seguramente no tenga tanto de paradoja y sí mucho de lógica. Se trata más bien de un desplazamiento de la presión que la hace más sutil e invisible: ahora somos nosotras mismas las que interiorizamos y ejercemos la presión dañando “libremente” nuestros cuerpos. Como dice la feminista Naomi Wolf, “la dieta es el sedante más potente de la historia de las mujeres”. Y así en este mundo prácticamente todas las mujeres estamos expuestas diariamente a imágenes y mensajes que nos recuerdan que más delgadas, más altas, más rubias, más blancas, con menos pelos y menos arrugas estaríamos mejor…¿Quién puede pensar que en semejante contexto una elección como no dar el pecho sea siempre un acto de libertad? ¿Es realmente libre la mujer que elige ponerse implantes de silicona en el pecho para sentirse mejor, más aceptada o más deseada?¿O está por el contrario totalmente sometida a una cultura alienante que la anula diariamente de diversas formas sutiles y perversas? (Hablando de perversión, merecería la pena mencionar a los médicos que en vez de respetar el principio de no hacer daño de la medicina (“Primum non noccere”) operan a mujeres totalmente sanas recortando, amputando, mutilando o plastificando las carnes de sus órganos sexuales, ya sean los pechos o incluso los genitales externos).
Sueño con un mundo en el que ninguna mujer odie su cuerpo. La presión actual sobre los cuerpos de las mujeres se ensaña especialmente con las madres: debemos borrar las huellas del embarazo cuanto antes de nuestros cuerpos.
Ser madre hoy en día, en esta sociedad patriarcal y capitalista no es nada fácil. La presión, como decía, es brutal y al mismo tiempo invisible. Las portadas habituales de las revistas del corazón nos recuerdan los estereotipos más actuales: “Fulanita recupera el tipazo a las cuatro semanas de dar a luz”. Borrar las huellas del embarazo en el cuerpo, junto con una idealización ñoña de la maternidad, que infantiliza y simplifica al máximo la complejidad de un momento vital de intensidad absoluta. “Tengo un bebé muy bueno que duerme toda la noche”. “La experiencia más maravillosa de mi vida”. No caben las ambivalencias, ninguna mujer reconocerá públicamente las dificultades, las soledades, los miedos o los agobios normales en el puerperio.
Escuchando cotidianamente a las madres compruebo lo difícil que puede ser la lactancia. Entiendo que muchas no quieran dar el pecho más allá de las primeras semanas o primeros meses. Me desespero al comprobar el escaso apoyo que encuentran las madres cuando tienen dificultades severas con el amamantamiento: las grietas, el dolor o la depresión raramente son tratadas eficazmente. Sí, te dicen que des el pecho pero casi nadie sabe cómo ayudarte con los problemas que con frecuencia surgen al inicio. Dar el pecho con dolor es terrible y síntoma de que hay un problema que diagnosticar y tratar.
Igual que conozco de primera mano lo incompatible que resulta mantener la lactancia en la mayoría de los trabajos, lo ridícula que puede resultar incluso la hora de permiso por lactancia cuando no se pueden flexibilizar horarios o trabajar desde casa. Al capitalismo sin duda le beneficia que haya tantas lactancias que terminen abruptamente por un mal asesoramiento: más negocio de leche artificial, más demanda de antibióticos, más mercado de medicamentos para muchas enfermedades cuyo riesgo aumenta con la lactancia artificial.
Soy feminista y para mí eso significa entre otras muchas cosas defender y apoyar la lactancia materna: ser lactivista. Pero no como sacrificio ni como martirio, sino como fuente de placer y bienestar… Por gusto, por salud, por disfrute. La leche materna es el mejor alimento para los bebés, pero dar el pecho no es siempre lo mejor.

Ibone Olza

 

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29 comentarios en “El pecho no es lo mejor”

  1. Por fin leo algo con lo que sentirme comprendida. Yo doy el bibe por que mentalmente no staba preparada para dar el pecho, solomente de pensarlo me sentia mal. Muy poca gente de mi entorno lo comprende y me ha juzgado familiares, medicos, amigos y hasta que gente que no conozco q te pregunta. Yo respeto mucho la lactancia materna para las que la quieren dar pero poca gente me ha respetado a mi.

  2. Soy madre desde los 20 años. A mi primera niña le di pecho durante un año solamente. Con 28 años volví a vivir la magnifica experiencia de volver a ser mama. En este caso mi pequeño tiene ahora 11 meses y seguimos con lactancia materna exclusiva. El se alimenta donde y cuando quiere y rechaza los pures o comida casera. La pediatra me insta a que le quite el pecho para que el pequeño coma. Pero mi naturaleza como madre me dice que siga con lo que estoy haciendo porque el niño esta sano y sigue cogiendo peso mensual de 200 gramos. Yo creo que ya comera cuando este preparado. Me a encantado el articulo y creo que puede venir muy bien a madres en especial a primerizas. Gracias por explicarlo todo tan bien y en especial por no agobiar a las futuras mamas con que hay que dar pecho si o si. Yo creo que cada una sabe lo que es mejor para sus niños por el simple instinto de ser madres. Eso si, recordemos siempre que somos mamiferas y estamos preparadas para criar a nuestro niños con pecho si asi lo deseamos

  3. Leo tan dolorosamente comentarios de mujeres, que aprovechan para juzgar a quienes no pudimos dar pecho,hay una minoría de mujeres de las que poco se habla, y somos las más jugadas por la sociedad y las que no pudimos dar de lactar, amamantar, no es siempre una decisión como muchas mujeres que pudieron amamantar a sus hijos creen.. Obviamente muchas queremos lo mejor para nuestros hijos, y nos inculcan la lactancia como un ideal, el cual al no poder alcanzar nos encontramos excluidas, somos juzgadas por la abuela, la tía la sobrina, la suegra y la vecina. En lugar de saber esas personas porque debimos recurrir a la fórmula, en mi caso jamás tuve leche, sufrí muchas heridas por intentar extraerme leche que no poseía, siquiera un poco de calostro, casi internan a mi hija de recién nacida porque no tenía leche, pasaron meses donde fui juzgada por las que se creen superiores por poder amamantar. «4 hijos y todos a teta». La fórmula no fue jamás mi decisión, gasté muchísimo dinero, con el cual no contaba, por no tener opción. Hoy por hoy en mi país existe un banco de leche materna, y gracias a Dios y a muy pocas donantes, que en lugar de cuestionar contribuyen muchos niños pueden ser alimentados con leche materna. Yo creo en todo lo que dice el artículo porque realmente es así, yo creo que nadie es superior y que si algunas personas logran lo que otras deseosas de hacerlo no logramos, no nos juzguen investiguen, averigüen, y colaboren.

  4. María Asunción González de Chávez

    He encontrado casualmente este texto de Ibone, que creo haber leído ya anteriormente -con entusiamo- cuando dio a conocer su nuevo libro. La lectura de los diversos comentarios refuerzan la oportunidad del análisis realizado por Ibone y me ha sugerido las siguientes reflexiones.
    Yo había escrito y publicado ya cuestiones sobre la lactancia materna (especialmente en su significado psíquico para la madre) cuando yo misma fui madre. Amamanté porque quise y pude a mi hija durante casi diez meses. También dejé de amamantarla cuando consideré que era lo suficientemente mayor y sana como para continuar nutriéndose normalmente con todo lo que necesitaba/le estaba ya permitido y porque me parece oportuno que los hijos e hijas comiencen un proceso de individualización y separación de la madre cuando ya su psiquismo y sus sistema motriz está preparado para ello.
    Tomé estas decisiones con suficiente información al respecto. Y cuando hablo de suficiente debo insistir en que considero que los seres humanos, las madres en este caso, somos entes bio-psico-sociales: debemos entender a nuestros hijos/as y a nosotras mismas como un todo soma-psique, sometido, además, a los valores culturales y a las condiciones personales (de pareja, familiares…) y socio-económicas que enmarcan toda vivencia de la maternidad.
    Por ello no considero que las madres debamos ser por fuerza “vacas lecheras”, porque así lo manda la “naturaleza” o lo afirman los nuevos “técnicos”, pasando por alto la innumerable diversidad de condiciones biográficas, emocionales, socio-culturales que acompañan a cada mujer-madre. «Promover-Ordenar» a las mujeres amamantar con sacrificio, sufrimiento y dolor no deja de parecerse y prolongar la maldición bíblica del “parirás los hijos con dolor” con el que se nos habría castigado a las mujeres, consideradas culpables de todos los males del mundo, al igual que en el mito de la caja de Pandora y otros muchos…
    Este mandato-castigo, extendido no solo a la vivencia maternal sino a toda experiencia femenina, sería uno de los principales instrumentos de sometimiento de la cultura patriarcal, teñida toda ella de misoginia, que nos ha desposeído del control de nuestro cuerpo y de toda identidad/vida propia. También ha conllevado la alienación de nuestros deseos, lo que nos hace tan vulnerables al sometimiento a los deseos/mandatos de los Otros.
    La consecuencia más directa sería la interiorización por parte de las mujeres de un “deber ser”, un “ideal maternal” (que no admite subjetividades diversas ni ambivalencia alguna) enormemente restrictivo, monolítico e hiperexigente, imposible de alcanzar y que lleva a la necesidad, especialmente a las mujeres-madre, de la expiación permanente a causa de su «desajuste e inadecuación», a través de la entrega y el sacrificio continuado. Paradójicamente –no podría subsistir de otro modo- este Ideal es sostenido y retransmitido por las propias mujeres…
    No puedo interpretar de otro modo ese conjunto de mensajes emitidos por mujeres-madres que, a la vez que se ponen como ejemplos de buenas madres por haber cumplido el mandato de amamantar con dolor y sacrificio, transmiten ese mismo mandato a todas las demás, para que cada una de nosotras se sienta obligada a cumplir a rajatabla con ese devastador ideal, causante de tanta culpabilidad y tanto malestar individual, de tantos sentimientos de incapacidad y de esa maldición (espada de Dámocles constante) de sentirnos “mala madre”, apenas nos distanciemos mínimamente del mandato de entrega, sacrificio y renuncia permanente que lleva impreso.
    Ensalzo, por tanto, una vez más las conclusiones del artículo de Ibone cuando resalta la importancia de la lactancia con placer. No puedo imaginar cómo habría sido la lactancia de mi hija si yo hubiera sufrido dolor, infecciones, sufrimiento… y no el estado de placidez y bienestar que me producía.
    Reflexionando sobre ello, creo que es ese estado él que deben “mamar” las criaturas para que puedan desarrollarse felizmente también ellas. No somos solo vacas lecheras que damos leche “natural” (proveedora de inmunidad/salud física), sino personas que transmitimos también emociones, percepciones, estados anímicos… que cuanto más positivos sean, más contribuirán a un desarrollo integralmente saludable, armonioso y placentero de nuestras criaturas.
    Las mujeres deberíamos reivindicar el PLACER y la LIBERTAD (en todas las dimensiones: en nuestro cuerpo y nuestra vida), que nos han sido históricamente arrebatados, y, por tanto, rebelarnos a estar sometidas perennemente al mandato patriarcal –transmitido por los hombres y por tantas mujeres- de DOLOR y SACRIFICIO.
    No he podido sustraerme a la necesidad de escribir estas palabras a raíz de la lectura de tantos «mandatos» culpabilizadores de algunas mujeres que escribieron textos antes que yo. Pretendo sólo que mis reflexiones y mi análisis sirva de instrumento de rebelión a quienes se hayan sentido culpables por no cumplir esos y muchos otros mandatos.

  5. Me llena de alegría saber que hay mujeres que piensan al igual que yo, que la tolerancia a las diferencias de cada persona es lo correcto y hablar de un tema que hace que muchas mujeres se sientan menospreciadas o perdidas en el camino, nos hace reflexionar sobre cuanto autoritarismo inconsciente hemos estado soportando, solo por la falta de información.

    Y la parte del capitalismo me encantó, revolución y feminismo ^_^

  6. Me ha encantado leer un post así. No es justo que por sentirse atacadas por dar el pecho ataquen a mujeres que se han tenido que decantar por la opción fórmula.
    Vaya por delante que considero, que mientras sea posible, dar el pecho a un bebé es lo mejor. Y también lo es elegir una opción sin tener que criticar a la
    de al lado. Mi madre no pudo darnos el pecho (fuimos mellizos) y no he tenido ningún problema, soy una persona sana sin ningún déficit.
    Por otro lado, se habla mucho de la
    lactancia materna, de lo buenísima que es, pero jamás se habla de la toxicidad que la madre puede transmitir a través de su leche al bebé o al niño o niña. Porque saludable y natural es, pero tengo amigas que siguen dando pecho más allá de los 3 años, y se alimentan a base de alimentos precocinados, embutidos, fritos, llenos de grasas saturadas, colesterol, con muy poca fruta y verdura. Nadie habla de este tema y es muy importante. La leche materna es muy buena, siempre y cuando la madre cuide su alimentación por el bien suyo y de su bebé.

  7. Creo que la lactancia significa responsabilidad y también sacrificio como el misno hecho de ser madre. Creo que la lactancia es lo mejor y a no ser x causas excepcionales se debe intentar lactar. Cob mi segundo hijo y con asesoramiento logre lactarle mucho tiempo pues se me quedo en mente la frase q toda madre puede alimentar a su hijo claro esta con excepciones medicas.

  8. Creo que la lactancia siempre sera lo mejor. Y es una responsabilidad y a veces un sacrificio pero se hace por un bien mayor. Ahora bien a no ser que haya razones medicas o graves toda mujer puede dar de lactar. Y el no hacerlo me parece que es anteponer tu bienestar al del bebe. Con mi primer hijo me dijeron q no tenia leche y le lacte poco. Con el segundo tuve asesoramiento y me convenci que toda x mujer puede alimentar a su bebe. Eso cambio mi mente y al segundo le sigo lactando con 18 meses. Creo que la lactancia no es solo cuestión de ver a la mujer sino de velar x el bebe

  9. Uy, en el tema de la lactancia yo he pasado por todas las fases y me queda un sentimiento de frustración por no haberlo conseguido. Durante el embarazo yo estaba convencida de darle el pecho, no compré ni un biberón.
    Tuve un parto traumático muy complicado y los inicios de la lactancia fueron duros: dolor, grietas… pero yo seguí en mis trece, 3 o 4 días después de la subida de la leche tengo que reingresar por complicaciones del parto, una cirugía, infección, anemia, dolor, cóctel de analgésicos, antibióticos y todo tipo de fármacos para intentar contraer el útero, todo esto acompañado del bajón emocional por estar hecha un asco y no poder atender a mi hijo. Después de esto conseguir relactar se convirtió para mi en una cruzada personal, sentía que el momento que tenía al niño al pecho era lo mejor de todo este horror, aunque nunca dejo de dolerme. El niño no se enganchaba bien, pasaba hambre, yo le tenía día y noche al pecho sin descanso alternando con sacaleches, estaba agotada, no me permití recuperarme. Hasta que me dí cuenta que mi hijo probablemente sería más feliz con una madre más descansada que tuviera tiempo para dedicarle a él y no obsesionada con la lactancia y que conseguir darle el pecho no iba a salvarme a mi del infierno de parto y postparto que había vivido. Tengo una espinita clavada porque fue otra de las cosas que no salió como imaginaba pero también tengo el convencimiento de que dejar la lactancia fue una decisión consciente que tomé yo por el bien de mi hijo.
    Ojalá siempre las cosas salieran bien pero no es así, yo aún no estoy recuperada ni física ni psicológicamente de lo vivido, puede que nunca me recupere del todo. Mi hijo es feliz y yo lo soy con él.

  10. Les cuento mi historia… Cuando quede embarazada siempre dije le daré lo mejor y lo mejor es la leche materna, no importa las mil escusas que se den pero todos sabemos que la mejor leche para u. Humano es la humana, fue difícil, demasiado, hospitalizaron a mi crió por hipoalimentacion pues no me bajaba la leche y tenía mal agarre, seguí, cada dos horas entran a su sala a darle pecho, jamás permití 1 relleno, se me rompieron los pezones, i vliso perdí un pedazo, se me infectaron las heridas tanto que mi bebé succionaba y tenía que sacarle pus de la boca, me dio mastitis, 14 días con antibioticos, más heridas, no sanaban, lloraba cada vez que me lo ponía al pecho, me salió un hongo a mi y a el, otro tratamiento más, a los 15 días más menos me dio mastitis otra vez la fiebre y el dolor yo creó que muchas de acac lo conocen, además a mi hijo le salieron los primeros dientes como a los 4 meses… Todo esto sumado a que estudio y comencé a dejarlo encargado a sus dos meses, NUNCA le di un relleno, me sacaba leche y le dejaba las mamaderas para mi ausencia.
    Pero lo logre luego de casi 7 meses de dolor producía casi un litro para guardar más lo que mi cachorro tomaba por las noches… Logre darle lo mejor!!
    Sin embargo poco antes de que cumpliera un año (mis pechos jamás sanaron siempre tube grietas aunque más pequeñas) mientras tomaba pecho lo soltó me miró y dijo maaaa ma (nada más) como entendiendo lo mucho q yo sufría nunca más quiso mi peçho desde ese día… Me dio pena pero el lo quiso así, tomó por 2 meses la leche materna q tenía congelada y después leche normal algunos días y vegetal otros …
    Cuento esto por que creó firmemente que la que quiere puede y que si no hay una razón médica de peso real de promedio, no hay real motivo para el destete porque la leche materna si es lo mejor.

  11. Luz Leida Rivera

    Pertenezco a la generacion de madres que no amamanto. No hacerlo no me causo ningun trauma porque darle formula al bebe era lo comun. Tampoco le ocasiono ningun trauma a mis tres hijas ni emocional ni de salud al contrario, fueron bebes muy saludables. Crecieron y fueron madres en una epoca en que eras madre desnaturalizada si no podias o no querias lactar. A mi hija mayor se le hizo bien dificil pues tiene el pezon invertido y eran tantos los embelecos que tenia que hacer y tanta la presion encima de ella por los promotores de lactancia en el hospital, que estaba a punto de una depresion. Al ver esto, le dije, si tienes que hacer tanto esfuerzo y sacrificio,no lactes. A mi mama no la lactaron, a mi no me lactaron y yo no te lacte y aqui estamos y tenemos una relacion hermosa todas.. Dedicate a disfrutar esta etapa de tu maternidad, dandole amor al bebe y cuidando de tu salud emocional. Asi lo hizo, dejo de llorar, y disfruto compartiendo con su esposo la alimentacion de su bebe. Creo en la lactancia que es como dices, lo natural, la alimentacion que prepara la naturaleza para ese bebe. Pero ya lo dice la palabra, se debe dar de una forma natural, no que la madre tenga que estar haciendo grandes sacrificios para lograrlo y no creo que el no hacerlo afecte la salud del bebe. Conozco madres con bebes lactados que padecen de gases, de asma y otros de formula que no tienen nada. Otro punto que queria traer es que el dar leche artificial a los niños no empezo con la aparicion de las formulas. Ya mi abuela dejo de lactar despues del octavo hijo( tuvo 14) y le daba leche de las vacas que tenia en su finca o preparaba de la leche en polvo o de la evaporada de lata pues no tenian refrigeracion. Asi hicieron muchas mujeres y despues fue que aparecieron las formulas tratando de hacer la leche lo mas parecida posible a la materna. En conclusion, quien pueda lactar, que lacte y lo disfrute. Quien no pueda o no quiera hacerlo que no lo haga y no pasa nada y nada tiene que ver con ser buena o mala madre, ni hay nada que te pueda garantizar la salud de tu hijo.

  12. Totalmente de acuerdo contigo Isabel, las mujeres que se encuentran con alguna dificultad a la hora de dar de mamar se encuentran abandonadas. Lo primero cuando te pasa algo de eso haces lo más lógico acudir a tu proveedor de salud, matrona, pediatra… Pero cuando llegas te encuentras con que la persona que te decía que la lactancia materna es lo mejor ahora te recomienda una ayudita de biberón. Por desconocimiento yo se la di a mí hijo y lo único que me encontré fueron más problemas. El niño seguía llorando, eran cólicos pero hasta el pediatra insistía en que era hambre, un estreñimiento brutal al introducir fórmula y para colmo muguet que jamás había tenido. Cansada al cabo de dos semanas busqué por Internet y di con un grupo de lactancia en el que me informaron de las crisis de crecimiento y demás cosas que pasan en la lactancia y que son normales, a partir de ahí todo bien, recuperó peso al dejar de seguir los consejos de la matrona sobre el horario de teta, y yo tranquilidad y hasta el día de hoy que son dos años y medio. Yo no criminalizo a las madres que optan por biberón, si una persona toma sus decisiones informada, cada cual sabemos como es nuestra vida y lo que tenemos que hacer. Ahora a esos pediatras, matrones y demás que se supone que son los que tienen que estar más informados para ayudarnos y que te vienen con cosas como la teta cada tres horas, las ayudas de biberón y se niegan muchas veces hasta a hacer análisis de bacterias en casos de mastitis o pediatras que no saben reconocer un frenillo ni aunque les golpee en la cabeza, pues yo sí que haría algo con ellos, obligarlos a reciclarse porque se están cargando más lactancias ellos solos que ni a propósito. Y lo peor no es el biberón de fórmula si no hacer sentir a la mujer peor que mal diciendo lindezas del tipo tu leche no vale, no le alimenta.

  13. Tener un bebe es un privilegio y los privilegios van acompañado de responsabilidades, la leche materna no es una opcion para un bebe, simplemente es el unico alimento que necesita, es curioso ver que se presta mas atencion a como le afecta a la madre que como afecta al bebe que no reciba este alimento tan necesario, no nos olvidemos que ellos vinieron al mundo por nuestra voluntad y no la de ellos ( salvo algunas exepciones)

    1. No olvidemos que el bebé aprende a regularse emocionalmente a través de su figura de apego, normalmente la madre y si está no está bien eso también le afecta al bebé.

    2. Bravo, alguien lo dijo. Disculpen, pero no se podrá bajo ninguna circunstancia dejar de informar sólo porque se hieren sensibilidades. En mi país sólo el 16% de los bebés son alimentados con LM de forma exclusiva. SOMOS MINORÍA y aún así las madres de fórmula se quejan como si dar pecho las excluyera. La mayoría de los malos tratos y malos ratos los pasamos todas al inicio de la lactancia, la diferencia es que sí nos informamos y superamos todo eso. Cuando sea sólo el 16% de los bebés los que tomen LA y los bebés amamantados sean la mayoría, entonces sí hablemos de derechos y decisiones DE LA MADRE, mientras hay que informar y apoyar. Recuerden que lo más común es la falsa hipogalactia y es una enfermeda social y de autoestima. Si la madre de fórmula se siente mal por eso, se sentirá mal POR TODO: por si duerme en su cuna o no, si le da papilla o no, por si deja el pañal o no, etc… porque el problema está en su autoestima y no en su «decisión». Yo quiero ver una madre bien empoderada, bien informada y que aún así diga: «le doy fórmula». No una madre que se excusa diciendo: «es que prefiere el biberón», «es que se destetó solito a los 6 meses» . El problema de mi país, por ejemplo, es que no nos gusta leer, nos da flojera informarmos. Internet está lleno de información y grupos de apoyo pero la mayoría nos vamos por el camino fácil o creemos que lo que me dice mi Doctor es Ley. Perdónenme madres, pero no me gustó nada esto.

  14. En mi caso la presión por dar el pecho ha sido demasiada. Y sí, soy de las que considero que existen «talibanes de la teta» porque sí he sentido que si no he podido dar el pecho en exclusiva a mi hija era porque algo estás haciendo mal. Y entiendo que hay que defender la lactancia materna, yo la defiendo, los 7 meses que he podido darle lactancia mixta a mi hija han sido preciosos, y si ella hubiese querido habría sido feliz de seguir el tiempo que fuera pero ella decidió destetarse. Parte de mi depresión post parto vino por sentirme mala madre porque se quedaba con hambre. Después de contratar consultora de lactancia, preguntar a amigas, mantener durante horas a mi hija al pecho para estimular, incluso utilicé el sacaleches, bebía té especial para la producción de leche… se quedaba con hambre. Y echando la vista atrás me siento orgullosa de haber hecho lo necesario para que mi hija creciera sana, a pesar de encontrarme con comentarios despectivos de mujeres que se sienten superiores porque ellas sí han conseguido una lactancia exclusiva. Parece que no lo has intentado lo suficiente, que eres vaga, que no te implicas, que no has buscado lo suficiente… porque el mensaje que llega es que querer es poder y que tu leche será siempre suficiente para tu bebé.

    Al final lo que he aprendido es que no sabemos lo suficiente, por el motivo que sea no todas las mujeres dan el pecho y no precisamente por no querer, sino porque no sabemos y de alguna manera sigue faltando la información y el acompañamiento necesarios.

  15. Hola Ibone, lo primero decirte que admiro tu trabajo, coincido con lo que dices y como lo dices, casualidades de la vida, justo ayer hablaba de esto en http://www.mientrascreces.es la página de psicología que llevo con una amiga. A raíz de un artículo publicado en el mundo http://www.elmundo.es/yodona/2015/10/20/560526c2e2704eae688b4597.html Yo también consideró la lactancia con natural y así lo informó, pero si tantas mujeres se sienten juzgadas algo estamos haciendo mal. Debemos hacer crítica constructiva todos los profesionales a favor de la lactancia materna, para ser conscientes que la única vía para que alguien se cuestione cosas sobre la lactancia materna y fomentar su práctica es a través del respeto, la empatía, el apoyo y la información veraz.

  16. Ufff, ojalá me hubieran dicho esto cuando debido a una fortísima depresión (casi psicosis) parto no pude amamantar a mi bebé más de un mes y me sentí peor que fatal. Diecinueve años después, ya es un trauma superado, pero siempre viene bien escuchar una opinión tan sensata y cálida. Un abrazo grande, querida Ibone, extrañándote en el taller de escritura.

  17. Es verdad que criticar o juzgar a una persona es incorrecto. La verdad es que cada mujer tiene el derecho a decidir como alimentar a su bebé y es verdad también que pueden haber condiciones extremas o causas diferentes porque alguien no pueda amamantar. Pero si uno como adulto inteligente y con criterio decide no hacerlo, no tendría porque sentirse mal porque alguien opina diferente o porque los estudios medicos prueben que dar pecho es mejor. Esa afirmación no se hace con intención de ofender a nadie, mas bien se trata de dar a conocer un hecho que es verdad y promover la lactancia materna. Asi que si yo decido no hacerlo esto no me tendría que hacer sentir mal porque yo tome esa decisión de manera responsable y conciente y esta correcto. Si me ofende o me incomoda es que no estoy segura de la decisión que tome. Tenemos que ser mas maduros y estar seguros de que lo que sea que queramos en cualquier ámbito de nuestra vida es lo correcto para nosotros. Y los demás no ofender y respetar la decisión de cada persona. Así que no esta mal decir que lo mejor es amamantar porque si lo es. Pero también elegir no hacerlo se respeta y el bebe igual crecera sano y bien.

    1. Viendo las fechas de la campaña me di cuenta que ese año yo estaba viviendo en Estados Unidos, mi hija nació en 2004 y si promovían mucho la lactancia materna. Pero nunca vi la campaña como agresiva o ofensiva. De hecho tenía muchas amigas que nuestros bebés nacieron con meses de diferencia. Unas decidimos dar pecho y otras no. De hecho en el hospital cuando registrabas tu parto, meses antes te preguntaban en un formato que opción hibas a tomar, para darte la atención necesaria segun decidieras. Pero a mi o por lo menos nadie cuestiono o crítico lo que cada quien decidio. Asi que creo las situaciones y circunstancias definitivamente dependen mucho de los ojos con que se ven.

  18. A mi se me complicó desde que salí a los tres días del.hospital y llegue a casa. No me agarraba la niña y tenía hambre. No podía permitir eso así que dimos fórmula. Durante 15 días intenté mixta pero me salieron hongos y la.niña tuvo.hongos en la boca y me sentí. Mal y yo tuve el pecho en tratamiento por los hongos y.finalmente le.di.solo fórmula. Tuve depresión póst parto y me costó hacerme a la idea q no podí. Dar pecho. Por desgracia me.encontré mucha incomprensión por parte de otras mamis q si daban pecho. No está bien enjuiciar a otras mamás pq no pueden.dar pecho. Llegaron a decirme q estaba envenenando a mi hija. Eso no se dice. Hoy por hoy feliz de mi decisión. Se q hice lo mejor.

  19. Hola Yvone, sobre este post, hay cosas con las que estoy muy de acuerdo y otras no, porque si bien es cierto que muchas mujeres que no han podido o querido dar el pecho a sus hijos, han recibido criticas por parte de algun profesional o personas en general, no es comparado con las criticas que recibimos las mujeres que SI hemos querido y podido dar el pecho. Yo tengo una niña de casi tres años y aun le mantengo la lactancia y tengo que escuchar a medicos y a la gente en la calle incluida la familia que por que doy aun el pecho, que si es muy grande la niña, etc y en cambio las madres que dan biberon son bien vistas, inclusive la gente recomienda formulas y se crea como una complicidad. Gracias a los grupos de lactancia las mujeres aunque hayan vivido partos traumaticos como el mio, hemos podido aprender de otras y compartir los sentimientos que genera esta etapa normal del ciclo sexual de la mujer. Creo que se trata de aceptar la verdad, mirarla de frente, todos sabemos que dar el pecho es lo mejor para potenciar la salud del bebe hasta bien crecido, pero tambien sabemos que tan o mas importantes son el amor, el respeto, y la socializacion de ese bebe, por tanto, si las mujeres que no dan el pecho, siguen siendo amorosas con sus hijos, no tienen porque sentirse mal al haber elegido el biberon, y las mujeres que damos el pecho tampoco deberiamos sentirnos superiores al resto, simplemente hemos podido pasar satisfactoriamente este periodo.

    1. Hola te entiendo bien, me pasa igual, me costó mucho la lactancia al principio fue dolorosa, y no la llenaba pero me esforcé mucho hoy mi hija cumplira 2 años. Todos me critican e incluso me dicen que le de fórmula o leche de vaca no entiendo… Pero bueno hay que hacer oidos sordos

    2. Yo fui madre vieja, 34 años el primero, me dí el completo gusto de amamantarlo hasta los 5 años de noche se quedaba dormido agarradito.
      No se si es casualidad pero es muy inteligente, 1er año escolar sacó 1er lugar en su curso.
      Hoy con mi bebé de un año pretendo seguir con la hazaña de amamantarla varios años…recalcar que de noche no se duerme de corrido..salieron muy mamones. Pero en fin, dichosa y agradecida de Díos, lo que opinen los demás no me sirve, ignoro y punto. Saludos

  20. Hola!! De verdad me siento identificada y hasta en la forma de presionar que sin afan de ofender e querido inculcar a una amiga a q de de mamar diciendole que puede hacer, tratando de dar apoyo y al final no lo a logrado al 100% y en su momento hoy hace 2 años nace mi hija, y yo a las horas pedi q me la llevaran y cuando comenzo a mamar pense No duele nada que exageracion de lo que lei….
    Al paso de las semanas agrietados mis pechos, con una fuerte depresion, me sentia la peor madre del mundo , le dije una vez a mi madre siento que si no le doy es como que no la quiero… Y bum hasta hoy analizando ella respondio; «Yo no te di a ti y no fue por no quererte» al final me presione porque queria darle que lo logre. Sin duda no fue facil e incluso una persona muy querida me dijo:» deja de estarte agobiando si no podes dale gracias a Dios que existe la formula y dale amor y su madre que es lo que necesita tu hija» al final no dudo que en mi mente paso todo eso que explicas. Tanta presion pero al final eres tu x tu bebe t junto a el que decide que es lo mejor….
    Un beso en este camino de ser madres

  21. Me parece realmente importante entender todo lo que cuentas aquí. En mi trabajo como fisioterapeuta tengo contacto con mujeres embarazadas o en el postparto y algo que he aprendido, es que la normalidad tiene excepciones.No es mejor ,ni peor también hay cesáreas que son necesarias….aunque lo normal y lo mejor es parir.
    Gracias Ibone por tu forma clara y respetuosa de escribir.

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