Los peligrosos y violentos «corazones partidos»

broken_heart_by_fastreflex-1Tras la trágica muerte de todas las personas que volaban en el avión de Germanwings y conforme se van conociendo los detalles del estado del copiloto, las aerolineas  y organizaciones comunican que tomarán medidas para evitar que una persona pueda quedarse sola en la cabina de un avión. Evidentemente esto es muy importante, pero yo me pregunto si además de eso como sociedad nos plantearemos profundizar y hacer algo más al respecto de los peligrosísimos «corazones partidos».

Si, me refiero a esas personas, en su mayoría hombres, que tras una ruptura de pareja deciden quitarse la vida o quitársela a otras personas (en muchos casos a sus ex-parejas, pero no siempre ni exclusivamente). En este reciente caso por ejemplo el copiloto decidió que lo mejor que podía hacer con su corazón partido era estrellar un avión con todos sus pasajeros dentro.  Me ha recordado la enorme cantidad de personas con intentos de suicidio que he atendido a lo largo de años en las urgencias psiquiátricas: creo que una mayoría de casos se producen tras rupturas sentimentales. Muchos hombres eligen entonces intentar quitarse la vida, muchas mujeres sienten que no van a poder seguir viviendo, algunos pasan a la acción y comenten terribles crímenes o suicidios…Muchos hombres como digo que se encuentran destrozados, en un vacío sentimental desolador, sin apoyos y con esas ideas en su mente fruto de una terrible educación machista que llevan al «la maté porque era mía».

Por favor, ¿podríamos repensar la educación sentimental que se está dando en las escuelas y en las familias? ¿Porqué duele tanto que te deje tu pareja?¿Ese dolor tan brutal acaso no tiene que ver con carencias amorosas en los primeros años de vida, es decir, con falta de amor y contacto físico, falta de madre y de padre? ¿No habría que educar desde la primera infancia en como entender las relaciones amorosas adultas, en que no tienen que ser para toda la vida y en que la mayoría suelen tener un fin natural que no tiene por que ser devastador ni terriblemente doloroso? ¿No es hora ya de facilitar los cuidados a las familias, de construir una sociedad donde los más pequeños y pequeñas puedan ser siempre cuidados y acompañados por personas que de verdad les quieren y atienden de forma sensible? Es criando con amor, con tiempo, con cariño y contacto como se construyen personas sanas, con una buena autoestima, empáticas, que no se van a enganchar en relaciones destructivas confundiendolas con el amor ni van a tener ganas de matar a nadie cuando una relación termine.

Por mucho que cambien las normas en los aviones, me temo que seguirá habiendo matanzas indiscriminadas y asesinatos de muchas inocentes por parte de personas que en muchos casos comparten este último dato: su pareja les acaba de dejar. Si no levantamos la mirada para ver un poquito más allá en cada tragedia seguirá pasando, con aviones o con bombas, da lo mismo.

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7 comentarios en “Los peligrosos y violentos «corazones partidos»”

  1. Bueno, el tema podría ser más complejo de lo que creemos.

    Creo que es importante poder diferenciar entre el corazón partío del maltratador que mata, del corazón partío del novio que es agresivo verbal (declaraciones de la novia señalaban que cuando perdía el control se ponía a gritar), del corazón partío del depresivo que toma antidepresivos o del corazón partío del traumatizado que no traumatiza al resto, solo su propia vida.

    Trabajo con niños víctimas de violencia y maltrato y en la mayoría de casos con los más pequeñitos, la medicación o bien no hace el efecto deseado -imagino que por que para tener el mismo efecto en un SNC machacado (por el maltrato en los primeros años) necesitarían el doble de dosis, o bien por que ya no hay dosis que sirva- o bien tiene un efecto rebote muy alto, es decir, síntomas psicótimos, agitación, agresividad, pérdidas graves de control… por lo que suelen dejar de tomarlas.

    Con el caso del piloto alemán, el hecho que se despertara de noche y tuviera pesadillas que llegaran a atemorizar a su ex novia habla o bien de una persona con seguro algún trastorno por estrés postraumático de algún tipo más o menos heavvie, o bien alteración de su comportamiento habitual por el consumo de fármacos, con el incremento del riesgo suicida que tiene este «tratamiento», si se le puede llamar así. No son pocos los estudios que así lo reconocen:

    http://www.elmundo.es/elmundosalud/2005/08/22/neuropsiquiatria/1124720107.html

    Copio las conclusiones de un estudio:

    «RESULTADOS:
    El estudio incluyó 200 casos con al menos un episodio de conducta suicida no fatal que
    requirió ingreso y 401 controles. Los casos de conducta suicida fueron predominantemente
    mujeres (59%), siendo más frecuentes en aquellos individuos cuyo estado civil era soltero
    (52%). En cuanto al número medio de diagnósticos psiquiátricos, obtenemos 1,48 tanto en el
    grupo de casos , como en el grupo de controles; y en el caso de diagnósticos somáticos, la
    media para el grupo de casos con conducta suicida, es de 0,47, y de 0,33 en el grupo de los
    controles. Hasta un 74% de los pacientes que habían protagonizado un intento autolítico, tomaban antidepresivos, un 25% antipsicóticos y hasta un 66% benzodiacepinas. ( Tabla 1)
    Aquellos pacientes que tomaban antidepresivos, mostraban hasta una probabilidad casi 2
    veces mayor de manifestar una conducta suicida.»

    Referencia: Manchón Asenjo MJ1, Fructuoso Castellar A1, Escudero A2, Jimeno N3, Carvajal Gª-Pando A2. Psicofármacos y comportamiento suicida: estudio de casos y controles

    Para los que argumentan que los antidepresivos reducen la depresión, el metaanálisis (no es un estudio, sino un análisis de todos los análisis que se han hecho sobre los antidepresivos) del equipo de Kirsch que hizo tambalear a la industria farmacéutica no dejaba lugar a dudas sobre su bajísima eficacia y sobre los tiempos de utilización (un antidepresivo no tiene eficacia más allá delos dos años de uso continuado, cuando se sabe que hay gente que lleva 15 y 20 años tomándolo).

    Te dejo la entrevista donde una miembro del equipo de investigación, amiga y gran profesional (pero fugada de nuestro país – como tantos cerebros- y actualmente investigando de verdad en la universidad de Connecticut ) donde explica los resultados de su famoso estudio de 2008:

    http://www.infocop.es/view_article.asp?id=1839

    Aquí el estudio:

    Kirsch, I., Deacon, B. J., Huedo-Medina, T. B., Scoboria, A., Moore, T. J., & Johnson, B. T. (2008). Initial severity and antidepressant benefits: A meta-analysis of data submitted to the FDA.�PLoS Medicine, 5(2): e45�doi:10.1371/journal.pmed.0050045

    El caso es que me parece más complejo de lo que se muestra. Sí es cierto que la «madre suficientemente buena» de la que hablaba Winnicot (entendiendo por «madre» cualquier cuidador primario) y que sabiamente describe Barudy (y nos regala la difícil tarea de evaluarla para poder actuar y cuidar a la infancia) es un elemento decisivo protector fundamental, pero entran en juego otros dos como son la posibilidad de haber vivido situaciones traumáticas complejas, intensas, repetidas, etc. y el consumir psicofármacos.

    Y los tres juntos son una bomba de relojería.

    Yo sí creo que era consciente del daño que causaba y que lo hizo de manera voluntaria y premeditada, en contra de lo que los psiquiatras y medios publican -no se si para mitigar el dolor de las víctimas o para desestigmatizar la (mal) llamada «enfermedad» mental.

    Si no hubiera querido pasar a la historia, se habría ahorrado los 150 cadáveres que deja, y se haría un «Ritchie Valens» como mandan los cánones suicidas (en el caso de que éste así se hubiera suicidado), sin ruido e individualmente, cada uno consigo mismo.

    Se me parece más al caso del chico de Utoya o a un terrorista suicida, que a un suicidio.

    En España en 2013 hubo cerca de 4000 suicidios -recuperando la primera plaza desbancando a los accidentes de tráfico, que bajó de 3500 a 1000 en los últimos diez años (a base de inyectar dinero y medidas y actuaciones eficaces) como causa no natural de muerte-, lo que nos habla de la friolera de unos diez suicidios al día, es decir, un suicidio cada 150 minutos.

    Si de cada casi 4000 que hay cada año en España (y es una tasa baja, comparada con otros países!) estos quisieran pasar a la historia, actualmente habría políticas y acciones destinadas a intervenir sobre este fenómeno ya que sería un peligro de orden nacional, que por ahora estamos lejanos de querer reducir, porque como buenos individualistas que nos hemos dejado construir por este neocapitalismo, «mientras no me toquen lo mío, todo va bien».

    Hasta que me lo toca, y de qué manera.

  2. Habrá más pero uno de los corazones partidos más desconcertantes en la crianza de mi hija resultó cuando una profesora, persona desconocida, se llevó a mi hija llorando con los brazos hacia mí, sin entender tanto ella como yo cuál era la razón de peso para que me negaran el paso hasta la clase acompañándola a un nuevo lugar para ella.

    La adaptación «del tirón de brazo con llanto» y otras modalidades igual de agresivas están muy normalizadas… Esto pasa factura. A todos y todas.

    Totalmente de acuerdo contigo que en ya es hora de facilitar los cuidados a las familias basados en el contacto y cariño. Esto falta y mucho.

    Gracias Ibone, eres un sol, eres luz.

  3. Si Ibone, tienes toda la razón, porque como sociedad, a diario ponemos nuestras vidas y las de nuestros seres queridos en las manos de los demás, ¿Cómo sé yo que el depresivo suicida no es un profesor (o profesora), conductor/a, vecino/a? Cada día nos relacionamos de forma natural con personas de las que desconocemos qué les está pasando por dentro, y aunque pongan tres pilotos en cada avión, el peligro y riesgo está en todas partes, por eso debería ser un compromiso y obligación social educar a los niños en la comprensión y gestión de sus emociones, enseñarles desde pequeños la importancia del bienestar mental y cómo enfrentar la adversidad, porque la adversidad, las rupturas, las pérdidas forman parte natural de la vida…. Tienes toda la razón en que con amor, cercanía, comprensión, cariño y apoyo debemos empezar a sentar las bases de una mente sana desde la infancia.

  4. es que si parieramos con respeto a nuestras crias e hicieramos un maternaje amoroso y con mucho apego, sino enviasemos a nuestros bebes al cole tan pequeños y los acompañaramos como se merecen a esos niños y niñas…si tuviesen todo lo que necesitan durante su infancia (el periodo donde se construye una persona)….no tendríamos adultos enfermos

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